Un grupo comando con intenciones de robo, irrumpió de manera violenta en la casa de la hija del periodista radial Carlos Martínez y mantuvo en vilo a la familia por casi 20 minutos. El misionero, junto a su esposa la concejal posadeña Carmen Godoy estaban de visita por la Semana Santa, en la casa su hija Jimena en el barrio «Vicente López», a dos cuadras de la residencia presidencial de Olivos. El hecho ocurrió a las 3:35 del pasado sábado de Gloria, cuando el grupo compuesto por tres personas equipadas con linternas, chalecos antibalas y borceguíes, burlaron la alarma de la casa e ingresaron por el balcón, en momentos en que Martínez, su esposa, hija y yerno se encontraban durmiendo.
«En medio del sueño parece que entró un terremoto», relató Martínez, quien manifestó en radio República, donde forma parte del staff periodístico, que los delincuentes tenían intenciones de apoderarse de dinero, joyas, y elementos de valor. «Ahí empezó la odisea, maltrataron a mi hija y reaccioné. No me mataron porque no era mi momento», dijo el periodista, que reconoció que los hampones actuaron con mucho profesionalismo.
Los delincuentes decidieron marcharse cuando uno de ellos circuló por una de las áreas donde se activa la alarma, no sin antes amenazar al yerno del periodista para que desactive el dispositivo.
Tras el pánico vivido por ellos, Martínez dijo indignado que avisó a la policía, que lejos de actuar inmediatamente «me interrogaban primero, luego llamó mi hija y la volvieron a interrogar, el 911 es un desastre», agregó.
«Finalmente vino una mujer policía de unos 27 años, con una pasividad que asombra, y dijo vayan a denunciar mañana o pasado cuando estén más tranquilos», contó el periodista, que insistió en que los delincuentes actuaron con «impunidad dentro de una zona liberada».´
