Son cinco mujeres oriundas de Misiones que viajaban hacia Río Cuarto. Entre ellas hay dos menores. La policía de Misiones detuvo ayer una camioneta en la que viajan cinco mujeres, dos de ellas menores de edad, con destino a la localidad cordobesa de Río Cuarto «para trabajar en una wiskería», confesó la mayor de ellas, quien presuntamente sería la reclutadora.
En el puesto fijo «Centinela», en cercanías de la localidad de San José, los uniformados estaban alertados de la posibilidad de que las menores intentaran salir del territorio provincial, merced a una denuncia previa realizada por la segunda jefa del Registro de las Personas de la localidad de San Vicente.
Cara de niña
Las menores se presentaron en el Registro de las Personas, cada una a su tiempo y, con certificados de documentación en trámite, lograron hacerse de los DNI originales que les pertenecerían en realidad a parientes de ellas. Entonces habrían puesto las fotos en los documentos, listas para salir.
Sin embargo, la apariencia de las niñas, de 15 y 17 años, no convenció a la responsable del organismo que realizó la denuncia, alertando a los uniformados.
La camioneta en la que viajaban, una Ford Eco Sport dominio GLX 350, era conducida por Miguel Ángel Brusnelli, de 60 años, y quien dijo ser jubilado, oriundo de Río Cuarto.
Triste realidad
«Esta es la realidad misionera», admitió el ministro de Derechos Humanos de la provincia, Edmundo Soria Vieta, quien viajó hasta la localidad de San José para entrevistarse con las mujeres.
El funcionario dialogó con ellas y pudo saber que «la mayor de las chicas, que hablaba en portuñol, era la más experimentada y parecía ser la reclutadora». Precisó además que la joven, de 26 años, sería oriunda de El Soberbio y «me confesó a mí que no era su primer viaje y hace siete años hacía estos trabajos».
Las mujeres fueron trasladadas a sus respectivas localidades, las menores puestas al resguardo de sus padres, con el compromiso de las autoridades del gobierno de salir de la difícil situación, «son chicas hijas de colonos, que viven en condiciones de extrema pobreza, y que con resignación admiten que es la única manera que tienen para salir de esa situación, porque dicen que acá ganan 50 pesos por mes y que allá van a ganar más plata», explicó el ministro.
