Propietario del pub «Pan y Manteca» afirmó que los menores de 18 no son «redituables»

El dueño del pub-boliche céntrico «Pan y Manteca», Ariel Pérez se mostró de acuerdo con la norma establecida dentro del actual Código de Nocturnidad vigente, el cual establece la prohibición del acceso de menores de 18 a los locales nocturnos, y aseguró que «yo no acataría una orden que me permita ingresar menores de 18».

El empresario manifestó así su desacuerdo con la propuesta de algunos productores de hacer bajar la edad de ingreso a los locales bailables, a 17 años.

Insistió en que deben aumentar los controles en los boliches fuera del microcentro y pidió prolongar el horario de finalización de la noche, el cual tiene como límite actual las 6 de la mañana.

«Cambió mucha la ciudad a través del código, y se está respetando bastante bien», destacó Pérez, quien dijo que hacen falta «algunos cambios para que la sociedad termine de aceptar» las vigentes leyes de nocturnidad.

Respecto al acceso a su local de la calle Buenos Aires casi Bolívar, el cual es sumamente reconocido por la juventud de Posadas, Pérez fue contundente y dijo en radio República que «nosotros no trabajamos con menores».

No obstante, Ariel Pérez consideró que hace falta lugares donde se trabajan con menores, que en base a permanentes controles y adecuada reglamentación pueden desempeñarese en las noches posadeñas.

Ante la eventual posibilidad de que un boliche habrá sus puertas, y no pueda vender alcohol a los menores, el propietario de «Pan y Manteca» afirmó que «el menor es menor, cuando pase los 18 años que haga lo que quiera», y añadió que mientras tenga 17 o menos «hay gente que lo tiene que controlar y si está dentro de tu boliche lo tenés que tener restringido».

«Yo me muevo con gente mayores de 18 años a los cuales no les gusta que haya menores, sería un punto en contra si yo permitiese el acceso a los mismos», aclaró.

Acerca de la personas que concurren a su local a altas horas de la noche en estado de ebriedad, Pérez dijo que «indudablemente que si los hay, y a lo mejor lo compran a la tarde, lo llevan a tomar a la costanera y luego a las 2 o 3 de la mañana vienen con dosis de alcohol», en ese caso el empresario explicó que se les impide el ingreso.

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