Hazaña de Mitre para ser finalista con La Picada

La primera final se jugara el sabado a las 16 en Villa Cabello y la revancha una semana despues en Mitre para definir el campeón.

Mucha lucha. Fabián Sosa (Mitre) se debate ante la marca del volante Jorge Gómez.

Mucha lucha. Fabián Sosa (Mitre) se debate ante la marca del volante Jorge Gómez.

Al final la tarde del miércoles terminó en hazaña para Mitre, en los penales.

Cuando se cumplían tres de los cinco minutos que había adicionado el árbitro Gastón Ramírez (muy cuestionado por los visitantes), el cabezazo salvador del ingresado Sergio Gómez desató la alegría y esperanza para el conjunto auriazul que, disponiendo del terreno y la utilización del balón durante la mayor parte del juego, no supo plasmar en la red enemiga esas venatjas.

El partido, como era previsible, tuvo siempre a Mitre en la iniciativa, buscando el gol que acortar las diferencias que tenía Tigre a su favor en el juego de ida. A veces por abajo, otras abusando del centro a la olla, pero, en definitiva, intentando la hazaña de, al menos, llegar a la definición por penales.

Cuando se llevaban jugados 36 minutos, Mitre alcanzó algo de tranquilidad. Centro desde la derecha y Diego Sánchez que define en dos tiempos. 1 a 0 y al descanso.

En el arranque mismo del complemento pareció que las ilusiones de Mitre

tenían fundamentos. Morcillo que pelea una pelota por la izquierda, manda un centro al primer palo y otra vez Sánchez que supera a todos, ganando de cabeza y superando la mala salida de Walter Cuenca. Le faltaba un solo gol para igualar a Tigre, pero disponía de casi 45 minutos para lograrlo.

Tigre siguió plantado muy cerca de su área y dejaba aislados a «Luchi» Quiroga y «Ati» Vargas para que se las arreglaran con el fondo auriazul. Dispuso de varias chances en rápidos contragolpes que fueron mal culminados, especialmente después de la media hora de juego, cuando el local chocaba contra la muralla defensiva de Cubillas y Castillo.

El reloj comenzó a jugar en contra de Mitre, que iba una y otra vez, pero equivocando el camino y eligiendo mal la última maniobra ofensiva. Cuando se imponía un centro, sus hombres remataban y cuando se esperaba un remate directo o una maniobra personal, todo concluía en un centro intrascendente.

Y así se llegó al instante que relatamos al comienzo, cuando un sinfin de rebotes en plena área «felina» culminó con un preciso centro que cabeceó al gol Sergio Gómez. Era el 3 a 0 y pasaje a los penales.

Desde los doce pasos no fallaron Cristrian Runke; Guido Ibáñez, Diego Sánchez y Fabián Sosa. Cuenca se lo atajó a Sergio Gómez. Pero del lado de Tigre acertaron Ricardo Castillo y Jorge Gómez. A Cubillas el travesaño le negó la conversión y Marcos Sotelo se vistió de héroe para atajarle el remate a René Borja.

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