Los trabajadores rurales quedarían sin representación en el directorio. Florencio Zena fue dos periodos director suplente, subrogando en los últimos tiempos al titular. Mientras se espera la resolución del síndico del Instituto Nacional de la Yerba Mate sobre la legalidad, o no de que el representante del sector de los trabajadores rurales Florencio Zena pueda seguir formando parte del directorio, este amenazó con retirarse del directorio si la decisión no le es favorable. Según informaron fuentes del Instituto, esto habría ocurrido el martes pasado en la reunión semanal del cuerpo. La discusión radica en que Zena fue durante los cuatro años de funcionamiento del Inym representante de los tareferos, en el carácter de suplente, aunque en los últimos tiempos estuvo ocupando la titularidad subrogando a Carlos Cardozo, por cuestiones de salud.
Florencio Zena es el actual delegado normalizador Regional de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales (Uatre), que comprende a toda la provincia de Misiones y Noreste de Corrientes. Ante la solicitud de una entrevista, el dirigente no accedió hasta tanto no regrese de sus vacaciones, aunque en una breve conversación telefónica dijo que «nos vamos a retirar nomás, porque así se decidió en Buenos Aires». El dirigente oriundo del Alto Paraná dijo que «para nosotros es mejor afuera», aunque no quiso aclarar los motivos de la supuesta conveniencia de no formar parte del directorio.
La Uatre es la única entidad inscripta en el registro de entidades del Inym, que pueden formar parte del directorio en representación de los trabajadores rurales, y por ese mismo motivo los tareferos no realizan elecciones como los otros sectores.
Ante la consulta sobre los sectores que no están de acuerdo con su designación, Zena dijo «que si se oponen tienen que presentar una nota». Como venimos informando en este medio, algunas fuentes consultadas consideran que la continuidad de Zena en el directorio «sentará un mal precedente» en la conformación y riesgo en la representatividad de los diferentes sectores en el Instituto, ya que algunos dirigentes recurrirían a la opción de intercalar los mandatos entre titular y suplente y «no los sacás más» opinan.
El artículo 9 de la ley de creación del INYM establece que los «miembros del directorio podrán ser reelectos por un período consecutivo y sólo podrán participar nuevamente cuando haya transcurrido un período de abstención». Mientras que el artículos 7 se refiere específicamente de los directores suplentes donde especifica que «juntamente con los miembros se designará igual número de suplentes, por idéntico procedimiento y plazo de duración, subrogando las facultades del miembro titular en ausencia de éste».
Otro argumento que presentó Florencio Zena para permanecer en el directorio del Inym es que cuenta con representatividad, al tener «18 mil afiliados» mientras que hay entidades que «no tienen base, cualquiera se presenta» aseguró. El cuestionamiento que se realiza es hacia la persona que va a ocupar el cargo, por haber estado por dos períodos consecutivos, y no la entidad. Uatre debería nombrar a otro dirigente para forman parte del directorio del Inym.
En tanto en la zona donde se concentra la mayor cantidad de tareferos, junto a Oberá, es San Vicente. Allí se consultó a diferentes trabajadores sobre el conocimiento que tienen sobre el Inym, y Luis Rodríguez de la Cooperativa de Tareferos indicó que «hasta ahora no tenemos conocimiento de nada. Hay un estampillado en los paquetes de yerba, el primero que trabaja es el tarefero, por lo que nosotros le pedimos al Inym y los que nos representa que hagan un aporte en trabajo, en capacitación». En esta época la situación de los cosechadores de yerba es critica ya que no hay actividad en los yerbales por lo que no tienen trabajo.
Rodríguez explicó en LT 17 que los socios de Uatre «son los blanqueados, en los secaderos y el resto ocupa a la gente en negro para trabajar, en San Vicente hay 2 mil tareferos en negro». Por toda esta situación deben recurrir a la ayuda que brinda el Ministerio de Bienestar Social que en los últimos días entregó 600 módulos en la localidad mencionada.
En tanto que, cuando es época de cosecha, el tarefero debe ir a «tarefear» con toda la familia con los riesgos que esto implica de inseguridad, generando situaciones de trabajo infantil y deserción escolar.
