En las próximas horas se definirá su futuro, en Brasil. Lo saben ellos, los tres sospechosos de haber participado de la muerte de Ariel Malvino, hecho ocurrido en el balneario brasileño de Ferrugem el 19 de enero del año pasado. Por eso, esperan con ansiedad la decisión de la jueza a cargo de la causa. La ansiedad, dicen aquí sus allegados, es por la eventual consecuencia fáctica de esa decisión porque, más allá de la preocupación por la acusación en su contra, están tranquilos, pues confían en su inocencia.
Ayer, después del receso por las fiestas de Navidad y Año Nuevo, la jueza de Garopaba Eliane Cardoso Luiz recibió la causa con la acusación del fiscal Fábio Fernandes de Oliveira Lyrio, que el 20 de diciembre pasado acusó de la muerte de Malvino, de 21 años, a tres jóvenes correntinos: Eduardo Braun Billinghurst, Horacio Pozo (h.) y Andrés Gallino.
Según Fernandes de Oliveira Lyrio, Braun Billinghurst es responsable del delito de homicidio agravado en grado de tentativa. En tanto, Pozo (h.) y Gallino son, para él, culpables de lesión corporal seguida de muerte. En su acusación, según pudo saber La Nación el promotor de justicia (como se llama en Brasil al fiscal) solicitó la prisión preventiva de los tres.
La novedad es que, según confiaron fuentes de la causa, el fiscal también los acusó de haber protagonizado una pelea con un grupo de turistas cordobeses antes de la agresión a Malvino.
Además, Fernandes de Oliveira Lyrio acusó a los otros tres jóvenes correntinos que compartían sus vacaciones con los principales acusados: se trata de Germán Braillard Poccard, Francisco Méndez y Gonzalo Marasco. El fiscal les imputó el delito de favorecimiento personal (encubrimiento) por haber ayudado a salir de Brasil a los sospechosos.
Desde la recepción de la causa, la jueza tiene 48 horas para decidir si hace o no lugar al pedido del fiscal. Pero es posible que la decisión se conozca mañana, antes de que se cumpla el plazo, dijeron fuentes del caso.
«Esperamos que la jueza haga lugar a la acusación del fiscal. Sobre todo, que ordene la prisión preventiva de los sospechosos para que puedan estar a disposición de la justicia de Brasil», dijo Juan Carlos García Dietze, abogado de Patricia y Alberto Malvino, padres de Ariel.
Si la jueza hace lugar a la solicitud del fiscal, tendría que ordenar su captura internacional. La respuesta se conocerá mañana.
«Estoy tranquilo»
Se sabe que Pozo (h.) está acusado de ser quien le pegó una trompada desde atrás a Malvino en la calle principal de Ferrugem. Ese golpe habría hecho que el estudiante de derecho, de 21 años, cayera desvanecido al piso, antes de su muerte.
«Estoy tranquilo, confío en que la jueza deniegue el pedido del fiscal. Soy inocente», repitió ayer, una y otra vez, Pozo (h.), en un breve diálogo telefónico con La Nación.
Hasta marzo pasado, su padre, Horacio Pozo, era subsecretario de Turismo de Corrientes. Decidió renunciar por la dimensión pública que tomó el crimen de Malvino.
Pozo (h.), de 23 años, explicó que está tan tranquilo que ya comenzó a estudiar para dar sus últimos finales para terminar la carrera de Veterinaria. «Me faltan nueve exámenes y me recibo», contó ayer, luego de explicar que, por el momento, no quiere dar entrevistas a la prensa.
Un amigo de la familia Braun Billinghurst dijo que «los padres de Eduardo [Jorge Braun y Nidia Billinghurst] están preocupados, pero no porque su hijo sea culpable, sino porque para todo padre es difícil vivir una situación así».
Esa misma persona, cercana al entorno de los Braun Billinghurst, contó que la semana pasada Eduardo Braun -que según los testigos del caso le arrojó a Malvino una piedra de 17,5 kilos en el abdomen- estuvo en un campo que la familia tiene en Formosa.
En el amplio chalet que los Braun Billinghurst tienen en Plácido Martínez al 1500 hay custodia policial las 24 horas, por decisión judicial, desde el 29 de agosto pasado, cuando balearon la camioneta 4×4 en la que iban Jorge Braun y su hijo mayor, Lautaro. Hay un ex policía detenido por su presunta participación en ese hecho. (Radiosudamericana).
