Los equipos de aire acondicionado tanto domiciliarios como industriales y comerciales- consumen gran cantidad de energía y sobre todo en nuestro país, donde existe un hábito de programar el termostato de los equipos en unos 22ºC o incluso a una temperatura menor. Si se decidiera hacer un uso racional de la energía eléctrica a partir de un cambio de operación de estos equipos, el ahorro sería significativo. El Centro de Energía del INTI ha estimado el ahorro sobre el consumo de energía ha estimado ha estimado el ahorro sobre el consumo de energía eléctrica que produciría el autocontrol en el uso de los equipos de aire acondicionado en las horas de consumo pico. Como base para el informe «Aire acondicionado: ahorros por cambio de operación» se estimó un parque de unos 4 millones de equipos en funcionamiento, detectando que existe un hábito promedio de programar el termostato de los equipos en unos 22ºC. Esto produce un resultado paradojal, visible en muchas oficinas y lugares de trabajo: muchas personas se ponen abrigos para «soportar» el frío en sus puestos de trabajo, cuando la temperatura exterior alcanza niveles bochornosos.
De acuerdo con el informe, si la temperatura de referencia se fijara en 25ºC (en lugar de los más habituales 22ºC) eso significaría «soportar» unos 3ºC más de temperatura, pero el ahorro de potencia consiguiente sería de 900 megavatios (MW), que equivale al 5% del total de la potencia demandada en los horarios pico, en el sistema integrado de todo el país. Mirado de otra manera, eso permitiría postergar una inversión de aproximadamente 560 millones de dólares, que es la que se necesita para generar los 900 MW
Según el modelo utilizado en la elaboración de dicho informe, un aumento de la temperatura del ambiente acondicionado de 18 a 24ºC produce, para una temperatura exterior de 30º C, un ahorro de energía del 40% durante la noche. Es decir, se gasta un 40% menos en acondicionamiento de aire. Esta cifra es compatible con unos 3 a 4,5 millones de equipos de aire acondicionado, entre 3 y 2 usuarios por equipo y los 300 MW/ºC de aumento de potencia demandada, informados por la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA).
Es entonces razonable esperar una reducción en la demanda de potencia de unos 300 MW por cada grado que se aumente el promedio de temperatura de los ambientes acondicionados. Sobre los 17 GW de potencia pico esto representa un 1,76% por cada grado.
Tanto en Argentina como en el mundo entero el desafío no es producir más sino consumir menos. Es la tendencia que se viene observando sobre todo en Europa. Y es uno de los caminos para colaborar con el medio ambiente.
