La obra está detenida por incertidumbre en el abastecimiento.
El presidente tocará el tema en su viaje a Brasil. [su_note note_color=»#cdcdcd»]El Congreso de Bolivia aprobó el jueves pasado, una nueva Ley de Hidrocarburos que sube los impuestos internos y aumenta la intervención estatal en el negocio. [/su_note]El ministro de Planificación Federal, Julio de Vido confirmó que el presidente Néstor Kirchner buscará destrabar la situación del gasoducto del NEA en su próximo viaje a Brasil. El tema figura entre los asuntos que serán analizados en una reunión que el mandatario argentino mantendrá con sus pares de Venezuela y Brasil, en paralelo a la Cumbre de Países Sudamericanos y Arabes, que se realizará la semana próxima en Brasilia.
El ministro de Planificación aclaró que actualmente la obra permanece aplazada y depende directamente de la firma de un acuerdo con Bolivia para ampliar el suministro de gas de ese país hasta 20 millones de metros cúbicos diarios.
En la reunión que mantendrán en Brasilia, el presidente Kirchner, buscará junto a Luiz Inacio Lula da Silva y a Hugo Chávez, una solución que aporte un suministro seguro y viable para el ducto que traería el GNC a Misiones.
Uno de los planteos que formulará el mandatario argentino pasa por presentar una postura común frente a Bolivia para que el país andino acelere su legislación en materia de exportación de hidrocarburos, pero además se trabajará en un «plan B» para el abastecimiento del gasoducto del NEA consistente en acarrear el fluido desde otros yacimientos gasíferos, pero para la concreción de esta alternativa harán falta fuertes inversiones en exploración de nuevas fuentes, allí es donde cobran importancia la intervención de Venezuela y Brasil.
Atados a Bolivia
El ministro de Vido, recalcó mientras que Bolivia no defina su legislación interna en materia de hidrocarburos, resultará «muy dificil» cualquier avance. «Analizaremos el proyecto en función de la situación del mercado interno y del resto del Cono Sur», subrayó De Vido ante un foro de empresarios en Buenos Aires.
El Congreso de Bolivia aprobó el jueves pasado, una nueva Ley de Hidrocarburos que sube los impuestos internos y aumenta la intervención estatal en el negocio.
La norma puede ser promulgada o vetada por el presidente Carlos Mesa, en cuyas manos quedó la reforma del sector petrolero, asunto que ha sido motivo de controversias y múltiples protestas que provocaron crisis institucionales en ese país andino.
Si Mesa mantiene la subida de los impuestos, las petroleras podrían desinteresarse en participar en un aumento de la provisión de gas boliviano a Argentina.
