Víctor Alaluf, el arte misionero desde Israel

El artista tiene 28 años y participó de varias muestras por el mundo. Se fue del país hace 9 años. Sueña con presentar algún día sus trabajos en la provincia.

Sed de aventura. Es lo que impulsa al artista posadeño a recorrer el mundo y crear con técnicas poco convencionales.

Sed de aventura. Es lo que impulsa al artista posadeño a recorrer el mundo y crear con técnicas poco convencionales.

[su_note note_color=»#cdcdcd»]Siguiendo la historia del Principito, Víctor se animó a buscar aventuras por el mundo.[/su_note]El artista plástico posadeño Víctor Alaluf tiene 28 años y tras recorrer varios lugares del mundo en busca de aventuras, reside actualmente en Israel. «El arte es mi pasión. Desde chico siempre me gustaron los colores y disfraces. Todo comenzó porque en mi familia hay un artista, mi tío Rubén. Gracias a él conocí el olor de los acrílicos y el maravilloso Cerro Pelón».
El joven vive desde hace ocho años en Estado de Israel, lugar donde divide su tiempo entre los momentos inspiradores de la creación de esculturas y pinturas, como a la fotografía. También visita galerías de arte. Victor trabaja de modo independiente, organiza exhibiciones en galerías que solicitan sus trabajos tanto en Israel como en países europeos, «siempre y cuando haya alguna finalidad solidaria que ayude económicamente a alguna institución», indicó. Confesó que sueña presentar algún día sus trabajos en Posadas.

Orígenes

Nació en 1976 en el Barrio Villa Sarita de Posadas. «Me acuerdo de las siestas, desafiando las horas de merodeo del ‘pombero’ montado en una bicicleta», rememoró el artista. Cursó la primaria en la Escuela Nº 3 y el secundario en la Escuela de Comercio Nº 6. «Fue una de las etapas más lindas de mi vida, la que creo haberla vivido al máximo. El primer amor, los dedos pinchados de las tardes bordando lentejuelas para las mágicas estudiantinas. Tiempo donde las ideas y fantasías se hacen realidad», expresó. No se borra de su mente aquel tiempo de ensayos por las calles «molestando a uno que otro vecino gruñón con esos redoblantes, chanchas o cajitas que cargaban ritmos y notas para despertar esa ansiada primavera», dejándole el sabor dulce de los recuerdos.

La despedida

Al finalizar el colegio, sus sueños lo llevaron a otra realidad, dejar el país. «Con 18 años me sentía el Principito, que dejaba su planeta en busca de aventuras y desafíos por el universo». La despedida llegó en agosto de 1996. Así comenzaron las travesías y aventuras del posadeño por el mundo, inquieto visitó los sitios que antes sólo existían en su imaginación. «Recorrí lugares mágicos que quedarán atesorados en mi memoria», señaló el artista.

Técnicas

El arte particular que practica Víctor es escultura y pintura a la vez. «Mis elementos son planchas de acero o aluminio cortadas en láser previamente. Corto el diseño que quiero, las pinto y las ensamblo de tal forma que cuando estén instaladas en la pared den la sensación que está flotando en el aire. El material que uso no es muy común, ya que no utilizo acrílicos ni óleos convencionales, mi estilo es más industrial: uso pintura especial de autos, que tiene un proceso de secado y pintado», explicó.
Lo inspiran muchas cosas. Observa su estado de ánimo, sus amigos, su pareja, sus mascotas, viajes, «disfruto hasta las más pequeñas cosas y a todo le encuentro un significado», dijo.

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