Los almacenes de barrios recuperan el 33 por ciento de las ventas

Desde mediados del año pasado los comerciantes minoristas de Posadas percibieron una marcada reactivación en sus ventas. El mes pasado la demanda aumentó y los obligó a tomar más personal para cubrir las demandas de atención al cliente. Según un informe del mes abril de la consultora Latin Panel los almacenes y comercios de barrio concentran el 43 por ciento de las ventas de productos básicos en el país, mientras que los súper e hipermercados participan sólo con el 33 por ciento de esas ventas.

Factores. La venta fraccionadas, la  libreta o el fiado y la atención en cualquier horario juagan a favor de los almacenes.

Factores. La venta fraccionadas, la libreta o el fiado y la atención en cualquier horario juagan a favor de los almacenes.

El presidente de la Asociación de Almaceneros y Comerciantes Minoristas de Posadas, Atilio Ortigoza, explicó que sobre la base de los factores económicos actuales, la diferencia de precios entre los supermercados y los comercios minoristas disminuyó de seis puntos a entre uno y dos puntos, de acuerdo al producto. «Incluso hay productos que son más baratos en los almacenes que en el supermercado, dijo, y añadió que esto atrajo a la gente, y que este cambio de hábito les obligó a tener más personal para atender al público. Confió que la recuperación ya llegó al 33 por ciento.

Esa variación es importante para el sector si se tiene en cuenta que desde la crisis de 2001/2002 esos formatos comerciales vinieron perdiendo varios puntos de participación en el total de la venta de productos básicos. Aquéllos, fueron absorbidos por canales comerciales como los súper e hipermercados. Latin Panel asegura que desde comienzos de la crisis hasta ahora, los súper e hipermercados cedieron cerca de 13 puntos del mercado, y los negocios tradicionales ganaron 12 puntos.

No pierden su esencia
Según el comerciante, el trabajo cooperativo de los más de 380 comerciantes minoristas y almaceneros locales que integran la Asociación, hizo posible que paulatinamente recuperen sus espacios de comercialización y que logren posicionarse frente a los grandes supermercados. «Compramos de forma conjunta a mayoristas como Diarco, Vital y Maxiconsumo, así conseguimos buenos precios que se traducen luego en precios bajos para el consumidor», comentó.

Y agregó que «los almacenes de barrio no pierden su esencia, ofrecen ventajas al consumidor que los grandes supermercados no. Por ejemplo, la venta de productos por menudeo o fraccionada, la libreta o el fiado, y la atención fuera de horario comercial, estos factores son los que influyen en la competencia con los supermercados», dijo el almacenero.

Por otra parte, comerciantes de los diferentes barrios de Posadas coinciden en que las subas de precios se registraron en los productos líderes del rubro lácteo y en la carne. «Los lácteos de primeras marcas subieron cerca de dos puntos y la carne subió hasta en 4 puntos», comentó Atilio González, comerciante de Villa Cabello. Por su parte, Alicia Wormer, comerciante de la zona centro, contó que los productos que más se venden son los de limpieza, y también alimentos básicos como harina, fideo, yerba, azúcar y leche.


Consumidor racional
En general, el incremento en las ventas del sector almacenero se mide en pesos (con efecto inflación de por medio), ya que los niveles de ventas por volúmenes todavía están muy por debajo de los que se registraban antes de la crisis financiera del país. «El sector se está enfrentando a un consumidor más racional al que no se le vende sólo por promoción o impulso, sino que valora tanto la cercanía como el precio y exige ambas cosas», apuntó Julián Wormer, comerciante, y especialista en canales de venta minorista.

Ése es uno de los problemas que tiene que enfrentar el sector: un consumidor más racional que privilegia la cercanía y el precio, y que realiza compras más frecuentes y de menor monto. «Muy pocos leyeron a tiempo que el consumidor cambió. Quienes que reaccionaron más rápido aprovecharon sus bocas de cercanía y dejaron gastos superfluos para destinar sus esfuerzos a bajar precios», comentó.

En este aspecto, la brecha de precios entre los negocios minoristas tradicionales y los supermercados se redujo notablemente. «Por el lado de la demanda, los cambios de hábitos del consumidor facilitan la compra en cercanía y por pequeños montos en negocios de barrio. Por el lado de la oferta, además de una mayor presencia de puntos de venta tradicionales, se agregaron dos factores determinantes que ayudan a reducir la brecha de precios con las grandes cadenas», agregó Wormer.

Incremento de ventas

De acuerdo al relevamiento que realiza la consultora especializada AC Nielsen, desde julio de 2004 en adelante se registra en el interior del país, variaciones positivas en el consumo de productos básicos que representa un alza del 14 por ciento en relación a igual período de 2003, al margen de las subas de algunos productos. El estudio analiza el comportamiento de 79 categorías de productos (alimentos, bebidas, limpieza y cosmética) en los comercios minoristas, almacenes, quioscos, minimercados y negocios de limpieza de todo el país.

La consultora coincide con la apreciación de los comerciantes locales que afirman que la familia de productos que mayor variación positiva exhibe en este último período, con una relación 20 por ciento superior a igual período del año anterior, es la de limpieza, que justamente había sido la más afectada durante 2003.

En la última parte del análisis de Nielsen advierte que la evolución del consumo tuvo cuatro etapas, la primera corresponde al primer semestre del año pasado, con una caída en el consumo del siete por ciento respecto del año anterior, la siguiente es la de mayor impacto negativo, luego siguió una etapa de recuperación, para llegar al último semestre de 2004 con una variación positiva de 10 por ciento y que se consolida con el crecimiento de 14 por ciento en el primer cuatrimestre.

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