Aguas termales: ordenaron nuevo estudio geofísico

Excavaron 1050 metros, pero el agua aún no aparece. Estiman que faltan 50 metros para llegar al acuífero. Admiten, sin embargo, que el estudio no permite hacer un pronóstico sobre qué pasa más abajo.
Oberá. El responsable de la empresa que lleva adelante los trabajos de perforación de aguas termales en Oberá, Pedro San Juan, y el geofísico Guillermo Aichill ofrecieron explicaciones acerca de la perforación y de un nuevo estudio que encararon de acuerdo con la Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá (Celo), responsable de la obra, para determinar definitivamente a qué profundidad se puede hallar el líquido termal.

Según San Juan «antes de entrar al acuífero queríamos ver un par de zonas de dudas que travesamos en los 500 a 600 metros, que podrían ser acuíferos a futuro o podrían significar una pérdida de agua hacia otro lado, cuando extraigamos el agua de abajo».

Señaló que «ya pasamos los 1050 metros y la intención es continuar para llegar al acuífero a ver si está, el estudio dice que en 1.100 o un poquito más llegará el agua, así que creo que estaremos a las puertas».
San Juan indicó que este estudio lo sugirieron para ver si es necesario colocar tubos o cementar las grietas «para no alterar el agua de abajo que calculamos está».
Para San Juan ésta no es una obra suplementaria sino un accesorio para el pozo, «lo encontrado no es una arenisca, pero puede servir para una explotación a futuro o para otro uso», sostuvo.

Sobre la profundidad y el estado del pozo, el empresario precisó que «entiendo que a fin de mes tenemos que superar los 1100 metros ahora, luego del estudio seguiremos trabajando, solo paramos para que estos estudios se hagan».

En cuanto al por qué de este nuevo estudio que oscilaría en los 60 mil pesos, San Juan explicó que «nosotros sugerimos a la Celo e informamos lo que vemos pero es la cooperativa la que toma las decisiones, porque a veces nos encontramos con sorpresas pero siempre le avisamos».

Por su parte, el geofísico Guillermo Ainchill, encargado del nuevo estudio en el pozo, indicó que «el estudio permitirá el diseño definitivo de la perforación y además permite conocer información de las rocas y la composición del suelo. No tiene nada que ver con el agua sino con el suelo. Las rocas, para conocer los estratos e histología de la conformación. No obstante, no nos permite hacer un pronóstico de que pasa hacia abajo o con el agua», puntualizó.

De esta manera, la inversión de 1, 5 millón de pesos (de los 2 millones que la provincia prometió en el 2003 al intendente Ewaldo Rindfleisch, por entonces presidente de la Celo, en plena campaña electoral) para esta obra ya lleva casi un año y después de trasponer capas basálticas muy duras y de algunos inconvenientes con la rotura del trépano que perfora el pozo, la obra sigue su curso. Ahora con un nuevo estudio histológico realizado para evitar el escurrimiento del agua por grietas encontradas en la roca a los 600 metros de profundidad –cuando ya se lleva mas de 1.050 de perforación- nuevamente se detuvo el trabajo. Que, sin embargo, podría terminar a fin de mes con la profundidad indicada por el estudio previo de que a los 1100 o un poco más, se hallaban las aguas termales.
Aguas necesarias en estos tiempos de sequía, que no solo Oberá espera sino varias localidades aledañas.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas