El caso Dávalos sigue impune

Revocaron el sobreseimiento de los cuatro sospechosos y la familia recusó al juez original, Horacio Gallardo. [su_note note_color=»#cdcdcd»]Las dos resoluciones con las que Gallardo excarceló al grupo fueron revocadas por el Tribunal[/su_note]Ercélides Dávalos tenía 79 años. El 27 de julio del 2001, la mataron a golpes en su casa del barrio El Palomar de Posadas. Por el caso, hasta el año pasado, hubo cuatro detenidos, dos chicas y dos muchachos. Pero el juez de Instrucción Uno, Horacio Gallardo, primero les dictó la falta de mérito y luego el sobreseimiento. Ambas medidas fueron revocadas por el Tribunal Penal que atendió sendas apelaciones de la fiscal Amalia Spinatto.
A tres años y siete meses del crimen, por el caso no hay detenidos. Las sospechas recaen sobre el mismo cuarteto, pero del él, sólo uno está entre rejas, procesado por un robo a mano armada.
La causa está actualmente en el juzgado de Instrucción Penal Tres, a cargo de Eduardo D’Orsaneo. Llegó allí luego de que el magistrado de Instrucción Dos, José Luis Rey, se inhibiera.
El juez original del caso, Horacio Gallardo, se apartó a fines del año pasado, luego de que los familiares de la víctima lo recusaran con causa. Los allegados de Dávalos requirieron el alejamiento de la causa por parte del investigador después de que éste dispusiera la libertad de «Kolyno», Cristina, Jorge «Pily» y Cecilia.
Ercélides vivía en una casa ubicada sobre la avenida Trinchera de San José al 1600. La ultimaron, probablemente a martillazos, la noche del 27 de julio del 2001. Al día siguiente, un pariente encontró el cadáver y avisó a la Policía.
Se cree que la asesinaron para robarle sus alhajas y el dinero que había en la construcción.
Luego de meses sin éxito, la Dirección Investigaciones siguió un hilo que derivó en el arresto de un grupo liderado por un joven de apellido Jara, apodado «Kolyno». Este muchacho, otro más y dos chicas quedaron a disposición del juez Gallardo.
Los detectives establecieron que al menos una de las dos chicas conocían a la víctima, porque es del mismo barrio. Presumen que podría tratarse de la entregadora. Y que entre los demás estaría el o la autora material del homicidio.
Sin embargo, los elementos arrimados por los policías no le parecieron suficientes al magistrado, quien optó por dictarle la falta de mérito a los cuatro sospechosos,
La fiscal Amalia Spinnato apeló y el Tribunal que atendió la causa revocó la resolución del juez de Instrucción Uno. Entonces, Kolyno y sus conocidos volvieron a prisión. Sin embargo, Gallardo volvió a excarcelarlos, esta vez luego de beneficiarlos con el sobreseimiento.
La representante del Ministerio Público apeló nuevamente y la cámara correspondiente le dio la razón, por consiguiente, tumbó la medida del magistrado.

Pedido de apartamiento


Luego del segundo traspié para Gallardo, la familia de Dávalos lo recusó con causa. El expediente cayó en el juzgado de José Luis Rey, quien se inhibió, porque en determinado momento de la instrucción, cuando él todavía trabajaba como abogado particular, su socio de estudio asesoró a los parientes de la víctima. Entonces, para evitar cualquier tipo de suspicacias, optó por apartarse.
Por eso, el caso terminó en el juzgado de Eduardo D’Orsaneo, quien deberá investigar el crimen, pasado un tiempo más extenso desde que ocurrió.
El asesinato de Ercélides es uno de los casos impunes por los que la Asociación Derechos Humanos Madres e Hijos del Amor pide justicia los 24 de cada mes, con marchas de silencio y otras actividades.

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