El joven central obereño fue parte de la victoria 4 a 2 sobre Rusia que le permitió al seleccionado masculino juvenil obtener el logro por primera vez en la historia de este deporte.
Edgar Vieira, Radio Libertad
Argentina finalmente logró el sueño de colgarse la medalla de oro en su cuarta final en Mundiales de base de vóley, en la que se impuso sobre los rusos y en la que tuvo un embajador misionero: Edgar Vieira.
«Todavía no caigo que logramos un campeonato mundial. Veníamos laburando desde hace seis años buscando el campeonato que Argentina no había podido obtener todavía. Por suerte lo logramos, fue un cierre de oro para esta camada», explicó el joven central Sub 23 que juega en Vélez Sarsfield.
El mérito, de por sí mayor, se agiganta aún más si se tiene en cuenta que fue ante una de las potencias mundiales de la disciplina: «Esa camada venía de ser campeona del Mundial Menor y el mismo equipo ya había ganado el Mundial Sub 23 siendo todavía juveniles. «Siempre le jugábamos mano mano, pero nos faltaba el toque final», recordó el jugador, que esta vez sí se dio con parciales de 15-10, 15-11, 16-14, 14-16, 13-15 y 15-9, en una hora y 30 minutos de juego.
Felicitaciones a la selección Argentina sub23. Jugadores, cuerpo técnico. Hicieron historia muchachos, que alegría enorme! Vamos Argentina! pic.twitter.com/v1XE4BhN5b
— Javier Weber (@JaviWeber) 25 de agosto de 2017
Si bien nació en Oberá, Edgar vivió parte de su infancia en Pueblo Illia junto a su familia: «Después me vine a Buenos Aires por un tema de laburo de mi mamá y ahí arranqué a jugar». Ese arranque fue casi de casualidad: «Jugamos un torneo intercolegial que se hacía en Vélez Sarsfield. En ese entonces tenía 13 años y medía 1,83, ya se veía que iba a ser alto». Esa prueba fue suficiente para que el equipo de Liniers decida captarlo: «Ahí hice todas las inferiores y a los 15 me citaron a la preselección menor por primera vez».
Si bien el campeonato del mundo es su título más importante, la faena de colgarse medallas no es nueva para el jugador, que ya fue subcampeón sudamericano y campeón panamericano con su camada.