Es el saldo de las divisiones dependientes de la UR-1. En su mayoría son ciclomotores utilizados para cometer ilícitos y otros tantos que fueron robados entre 2016 y este año. También predominan rodados “adulterados” cuyas procedencias se investigan. Y en tercer orden están las secuestradas por infracciones viales.
Producto de los operativos habituales-anti Motochorros y modalidades delictivas diversas- a diario las divisiones Comando Uno y Oeste (UR-I) respectivamente secuestran motocicletas, desde aquellas que son de dudosa procedencia-porque prevalecen los conductores sin documentaciones- hasta aquellas que tienen pedido de incautación desde las comisarías (1ª, 2ª, 3ª, 4ª, 6ª, 7ª, 12ª, 13ª, 16ª y 17ª).
Durante el mes de abril del corriente, ambas divisiones secuestraron 120 motocicletas de diversas cilindradas: en su mayoría ya fueron restituidas a sus propietarios, otro en tanto permanece depositados en las mencionadas comisarías donde se tramitan los sumarios judiciales, según la complejidad de casa causa.
Adulteración y falsificaciones
A la par de rodados adulterados, a diario los policías están a cara a cara con conductores que exhiben documentaciones apócrifas. Motos sin dominio y hasta con motores cambiados, también son moneda corriente.
La Policía busca intensamente a dos adolescentes en Oberá
Escándalo y polémica: acusan a pai umbanda de violar a una nena en el templo
