Una mirada sobre los inmigrantes en su día

Las migraciones son un fenómeno global que han tenido en la Argentina una participación central en la configuración social y cultural de la identidad nacional. El aporte hecho por las diferentes colectividades a lo largo de los tiempos, ha sido sustancial para el desarrollo conjunto de nuestra sociedad. Esa integración elaboró una tradición que es un sello distintivo. Nuestro país es sin duda una casa de puertas abiertas, en la que la que el pluralismo cultural significa una fortaleza insustituible.

La fiesta del día del inmigrante que hemos vivido en todo el país, representa una manifestación más de la importancia que siguen teniendo en nuestra vida cotidiana todos los sectores que conjugan el mosaico de identidades que surca la nación. Particularmente, hemos experimentando en estas horas un hermoso viaje a Misiones, la cual nos recibió con mucho afecto y emoción. En Oberá, disfrutamos de otro 4 de septiembre en el que la Argentina le vuelve a decir a los inmigrantes que fueron, son y serán un sustento esencial de nuestras bases nacionales.

Entendemos también la vital importancia que han tenido los pueblos originarios en ese proceso de formación de lo que hoy conocemos como país, con sus costumbres y sus instituciones. Por eso, esta viaje a Misiones ha sido además una forma de seguir trabajando en función del reconocimiento de derechos de las comunidades locales. La provincia y el INAI han firmado un convenio para el relevamiento de tierras y, entre otras actividades, hemos visitado a la comunidad Myba Guaraní, para conocer sus particularidades y escuchar sus necesidades.

Todos los actores que han compuesto nuestra sociedad cumplen un rol especial, para que el país avance hacia un destino común, con un horizonte de expectativas que nos contenga. Es por eso que el pluralismo y la interculturalidad han sido dos ejes clave de nuestra agenda de trabajo desde que asumimos. Queremos una Argentina conectada con el mundo sobre los pilares sociales que la han distinguido.

Sabemos que vastos sectores del planeta se encuentran hoy cruzados por el hambre, la guerra y las confrontaciones fraticidas. Esos migrantes que dedican su vida a buscar lugares dignos para vivir han perdido esa condición, para transformarse en refugiados. Así como hemos recibido cariñosamente a la diferentes corrientes inmigratorias que labraron la grandeza de nuestro país, tenemos la obligación de tender los puentes humanitarios que nos demanda la hora.

Por eso, la continuidad del Programa Siria es un paso sustancial para contener a unos tres mil ciudadanos de aquel país, de los más de cinco millones de desplazados que ha generado el conflicto desde 2011. Así como en su momento hemos sido la patria adoptiva de italianos, españoles, polacos, alemanes, entre otros orígenes, es menester en este tiempo reivindicar esos matices que nos han caracterizado.

Debemos desandar ese desafío todos juntos, con una mirada federal, en la que todas las provincias se comprometan activamente con sus aportes para alcanzar objetivos comunes, que nos hagan sentir orgullosos del trabajo realizado. Levantamos una vez más las banderas de la inmigración y apostamos a una integración creciente, con un futuro plural y en paz.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas