La Justicia de Entre Ríos allanó el convento tras una denuncia por prácticas de torturas físicas y psicológicas a las religiosas que están en claustro.»Encontramos instrumentos de castigo», confirmó el fiscal de la causa.
La Justicia de Entre Ríos avanza con la investigación sobre supuestas torturas y humillaciones a las monjas del convento de Carmelitas Descalzas de Nogoyá, donde se secuestraron elementos de castigo.
Según la denuncia de un medio local, las religiosas serían víctimas de torturas físicas y psicológicas cuando están en claustro. El informe periodístico detallan las condiciones de vida y castigos intramuros: desnutrición, autoflagelación, uso del látigo y el cilicio, un elemento de tortura del medioevo.
«Se encontraron los elementos de castigo que denunció la investigación periodística de (la revista) Análisis», informó el fiscal Federico Uriburu, quien reveló que la madre superiora «opuso resistencia» al procedimiento judicial, y que «hubo que utilizar la fuerza para entrar porque no se permitía el ingreso, con lo cual se rompió una puerta del convento».