La mujer se llama Noemí. En diciembre de 1970, cuando tenía 5 o 6 meses, su madre la abandonó en un parador de colectivos de una localidad de Buenos Aires. Una mujer que allí trabajaba la adoptó y crió y ahora, junto a otros familiares, quiere ubicar a su mamá biológica. Tienen una sola pista que la vincula a Misiones: cuando la abandonaron tenía tierra colorada en las uñas y la cabecita.
Su madre adoptiva trabajaba en los baños de un parador de micros sobre la ruta 9 en Baradero, provincia de Buenos Aires, llamado La Achalay. El 28 de diciembre de 1970, entre las 12.00 y las 14.00 habían parado varios micros de larga distancia que provenían del norte. Una mujer entró al baño con una nena de unos tres años y una beba de unos 5 o 6 meses. Le preguntó a otra que trabajaba allí se le podía tener unos minutos a la bebita, mientras iba a la cafetería a buscar un vaso con leche. Al pasar un rato y ver que no volvía, salió a buscarla pero se encontró con que los micros ya no estaban. La beba abandonada tenía tierra colorada en la cabecita y en las uñas. Se chupaba el dedo.
Ahora quiere tratar de ubicar a su madre o por lo menos a sus hermanos. Sospecha que por lo menos tiene una y que podría ser de Misiones.
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