El delantero de San Pablo marcó los dos goles de la victoria de su equipo en la Copa Libertadores; cortó una sequía de dos años frente a los millonarios.
Jonathan Calleri tuvo que esperar dos años para volver a brillar en un partido frente a River. Ayer, en la victoria 2-1 de San Pablo frente a los millonarios, el delantero fue la gran figura al marcar los dos goles de su equipo, que se acomodó de cara a la definición del Grupo 1 de la Copa Libertadores.
Por su reciente pasado en Boca, el doblete tomó mayor protagonismo, así como su particular festejo de gol y el cruce con Leonel Vangioni.
El último gol de Calleri frente a River había sido en marzo de 2014, en el triunfo 3-2 de All Boys, por el torneo Final. Luego, en su paso por Boca, jamás le pudo marcar y quedó señalado por el mano a mano que falló en el partido de ida de los octavos de final de la Libertadores 2014. Pero ayer esa racha se cortó.
A los 28 minutos del primer tiempo, bajó la pelota de pecho en el área y, luego de que la pelota rebotara en la cola de un compañero, sacó un violento disparo que Barovero no pudo controlar. En el complemento, a los 15, extendió la ventaja con un cabezazo. «Me empuja, por eso me gana, son jugadas que algunos cobran y otros no. Quedó ahí», explicó Leonel Vangioni, quien perdió la marca en el centro.
Esa jugada generó el primer enojo del defensor, que le reclamó con intensidad al árbitro del partido. Por eso, unos minutos después, Vangioni se cruzó con el delantero y le pegó un golpe en la cara, lo que provocó su expulsión. Ambos protagonistas hablaron de ese episodio después del partido. «Son cosas que pasan en los partidos, quedan adentro de la cancha y a otra cosa», repitió Calleri en varias entrevistas. «Tengo que pedir disculpas, son cosas del partido y hay que reconocer los errores», se sinceró el lateral.
Cuando Calleri llegó a San Pablo, luego de una traumática salida de Boca, eligió el dorsal N°12 como reconocimiento a la hinchada xeneize, según el mismo contó en su presentación. Por eso, tras su primer gol, se señaló la espalda e hizo un gesto de silencio a los pocos hinchas millonarios presentes en el estadio Morumbí.
Al ser consultado sobre cómo debían estar los fanáticos de su ex club, el delantero se tentó y se limitó a decir: «No. Seguro la gente de Boca debe estar contenta de que ganó Boca y no porque Calleri hizo dos goles». En rueda de prensa, insistió: «El torcedor de Boca debe estar porque ganó y yo también estoy contento por eso».
