El plan del Mellizo para que Boca gane en la altura de Bolivia luego de 46 años

Ante Bolívar, pretende acomodar su andar en el torneo continental, en un escenario casi inexpugnable para los equipos argentinos.

Esta ciudad es la bolilla que los equipos desean no tener en su grupo. Ubicado a casi 3600 metros de altura, el estadio Hernando Siles parece un reducto casi inexpugnable. Pero Boca vuela con la ilusión de cambiar hoy, desde las 21.45, el rumbo de un equipo que necesita acomodarse en la Copa Libertadores tras dos empates sin goles. La historia le juega en contra: el último éxito argentino en la ciudad boliviana se dio en 1970 y Bolívar sólo perdió dos veces de las 18 que jugó ante equipos nacionales -acumula 12 triunfos y cuatro empates-. Además, no recibe goles hace siete partidos y no pierde hace 15.

Más allá de las estadísticas, Guillermo Barros Schelotto  sabe que las circunstancias lo apremian. Tomó hace una semana el timón de un barco que parecía a la deriva y logró rescatar dos empates 0-0 ante Racing, por la Copa, y sobre River, por el campeonato. Pero, más allá de los resultados, tendrá que intentar cambiarle la cara a un equipo que sufre una fuerte sequía: sólo marcó goles (5) en dos de los nueve partidos oficiales que disputó en el año y no marca hace cuatro.

El DT ensayó con dos alineaciones diferentes en la semana. La primera, con cinco cambios, formó con Orion; Peruzzi (finalmente no viajó), Tobio, Díaz, Silva; Meli, Gago, Colazo; Palacios, Tevez y Carrizo. Ayer, en la última práctica antes de viajar, la apuesta fue por: Orion; Jara, Díaz, Insaurralde, Fabra; Meli, Gago, Pérez; Chávez, Tevez y Carrizo. Si juegan estos últimos once, serán cuatro los cambios en referencia al equipo que dispuso en el Monumental: saldrían Silva, Bentancur, Lodeiro y Palacios.

Más allá de la rotación debido al desgaste de esta misión a 3600 metros, el Mellizo no se quedó conforme tras el 0-0 con River y busca despertar al equipo. Para afrontar el viaje, Juan José Romero, entrenador de arqueros del equipo de la Ribera, trabajó con balones de voleibol junto a Agustín Orion, para intentar simular los efectos de la altura.

Además, el plantel se hospedará en Santa Cruz de la Sierra -400 metros sobre el nivel del mar- y viajará a La Paz unas horas antes del partido. En esa ciudad, la última victoria argentina ante un equipo boliviano se dio en 1970, cuando River le ganó 2-0 a Universitario por la Libertadores, con goles de Juan Carlos Trebucq y Enzo Gennoni. Ese mismo año, en el Hernando Siles, Atlanta ganó 4-3, pero ante Deportivo Municipal de Perú, por la Recopa Sudamericana de Clubes.

También en 1970, Boca logró su último triunfo en la altura: fue 3-2 ante Bolívar, con dos goles de Angel Clemente Rojas y uno de Hugo Alberto Curioni. Anteriormente, en la Libertadores 1965, le había ganado 3-2 a The Strongest, con dos tantos de Norberto Menéndez y uno de Alcides Silveira. En total, disputó ocho partidos en La Paz, con dos triunfos, dos empates y cuatro derrotas.

Miguel Caneo fue el último jugador argentino que logró convertir ante Bolívar de visitante. Lo consiguió en la caída 3-1 de Boca por la Copa Libertadores 2004. Luego, el conjunto boliviano jugó dos veces ante Boca, con victoria 1-0 en la final de la Copa Sudamericana 2004 y el empate 0-0 en la Libertadores 2007.

Los otros equipos que no pudieron romper el cerrojo durante los últimos doce años fueron: Arsenal, que cayó 3-0 en la Sudamericana 2004; Estudiantes, que perdió 1-0 en la Libertadores 2006 e igualó 0-0 en 2010; Lanús, con derrota por 1-0 en la Libertadores 2013; y San Lorenzo, el último que jugó ante Bolívar, con caída 1-0 en la Libertadores 2014.

Boca necesita sumar para no sufrir en las últimas fechas del Grupo 3. La misión no será sencilla, pero el xeneize, paradójicamente, buscará un poco de aire en la altura e intentará acudir a la memoria de Rojitas para romper el maleficio del Hernando Siles con los equipos argentinos.

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