Escribe el profesor Eduardo Aragundi, Director Ejecutivo del Instituto Nacional de Educación Tecnológica
Ministerio de Educación de la Nación.
En este mes de setiembre la escuela técnica argentina celebra un nuevo aniversario de la sanción de la Ley de Educación Técnico Profesional N° 26.058.
Nada más ni nada menos que diez años de la vigencia de esa Ley que ha devuelto a la Educación Técnica y a la Formación Profesional su rol estratégico en la capacitaciónde nuestros jóvenes y adultos, en el marco de un proyecto nacional enraizado en la soberanía política, la independencia económica y la justicia social.
Hoy la Educación es una potestad de todos y todas los que habitan este querido suelo argentino, y muchos jóvenes y adultos eligen las escuelas técnicas, los institutos técnico superiores y los centros de Formación Profesional para ejercer ese derecho.
El millón cien mil de estudiantes que asisten hoy a nuestras instituciones representan un 25% más de los que concurrían a éstas hace poco más de diez años. Y con idéntico orgullo vemos hoy que se ha duplicado el número de chicas que pueblan hoy las aulas de la técnica.
El comienzo de este camino de vitalidad recuperada fue precisamente lasanción de la Ley de Educación Técnico Profesional impulsada por el entonces Presidente Néstor Kirchner.
Sirva pues decir que en estos años, bajo la presidencia de Néstor Kirchner primero y de Cristina Fernández hoy,estamos como sociedad cumpliendo con la Ley; con las políticas que para este subsistema educativo dicha ley orienta y con la inversión que en ella se establece.
A finales de 2015 habremos invertido unos $ 7.500 millones desde la sanción de la misma, posibilitando la mejora edilicia, la actualización del equipamiento para talleres, laboratorios y espacios productivos, la participación de estudiantes en eventos nacionales e internacionales y la actualización de planes, programas yde las prácticas docentes.
No lo hemos hecho solos. El diálogo y el trabajo concertado con los sectores socio-productivos, con los gremios docentes y no docentes, con las organizaciones sociales, con las provincias y con la comunidad educativa toda han sido norte en nuestro modo de llevar adelante las políticas impulsadas desde el poder ejecutivo para la técnica.
Saludamos pues a todos y todas quienes durante estos años pusieron sus mejores afanes y su dedicación para que hoy no sólo conmemoremos sino que celebremos la plena vigencia de la Ley de Educación Técnico Profesional.
