Analía Polasek es una profesional muy activa, es diseñadora de indumentaria de moda, asesora de imágenes, fue profesora en un instituto terciario, dicta cursos en Posadas y en Encarnación, tiene tanta energía que es imposible pensar que es una persona transplantada de riñón y páncreas combinado, situación a la que llegó después de 24 años de diabetes y complicaciones por la insuficiencia renal crónica, que la hicieron estar en lista de espera en emergencia nacional para recibir esos órganos vitales.
Analía Polasek: «Siempre digo que es un trabajo el estar bien y el sentirme bien». (Audio Misiones on Line)
Tuvo que ser dializada durante casi un año y luego de haber entrado en lista de espera en emergencia nacional no pasó mucho tiempo, hasta que en el instituto Neprhology de Buenos Aires le hicieron un trasplante simultáneo de páncreas y riñón, hoy día anda por la vida con tres riñones y dos páncreas, aunque le funciona un sólo riñón y un páncreas.
Una vez que salió de la intervención quirúrgica hace tres años, «pasamos por varias situaciones, y hablo en plural por la gente de mi entorno que me acompañó y bueno, acá estoy», dice Analía en su aséptico estudio ubicado a una cuadra de la Costanera, por una calle de nombre poco conocido, Traviesa.
“Mi día de trabajo es muy agitado”
Ante la pregunta de cómo es un día habitual de su vida, ahora a la edad de 40, la respuesta viene primero con risas, y después dice “ muy agitado, me levanto relativamente temprano, de mañana me dedico a realizar los trámites y estudiar” o hacer los trabajos que demanda su propia carrera de asesora de imágenes.
De tarde viene el contacto con la gente, entrevista con las personas, clases, los talleres y al día siguiente lo mismo, fin de semana los sábados también trabaja.
Es columnista en un programa de radio y colaboradora en un diario local y siempre está estudiando al gún tema y algunas nuevas teorías que se van desarrollando en el tema de la imagen personal.
«Cuidarme es como un trabajo»
Los cuidados son muy importantes para su caso, es otra su calidad de vida que implica mantener lo más higiénico posible el lugar donde está y ser muy cuidadosa con ella por las defensas bajas, usar papel de cocina para secarse las manos, no comer comida de delivery, no consume mayonesa ni productos de las heladerías, que ya lo tiene incorporados y no lo tiene que pensar.
Analía no es más diabética por el trasplante simultáneo de páncreas y riñón, no se dializa más ni se pone insulina, ahora “puedo comer cosas dulces sin culpa, que eso fue un gran shock emocional porque antes podía comer cosas que durante años si las comía lo hacía con culpa y y si comía tenia que aplicarme insulina, ahora es un cambio de mentalidad muy importante, desde los 12 soy diabética, de chica primero se le despertó la diabetes a mi hermano y entonces mi mamá siempre nos controlaba y en uno de esos tantos análisis detectaron que tenía la glucosa un poco alta y allí comenzó el tratamiento y los cuidados”.
Después de un pos trasplante «me regalaban bolsas de chocolate, caramelos y gomitas, y me pasé para el otro lado con mi peso, pero ahora necesito bajar para mantenerme, una debe mantenerse lo más saludable posible en el peso también por la cantidad de medicamentos, tomo trece medicamentos diarios, si en uno hay que subir la dosis descalabra todo el resto, yo siempre digo que es un trabajo el que tengo el de estar bien y sentirme bien, es como un trabajo no porque sea algo tedioso sino uno tiene que ocuparse de eso, hacer los tramites para conseguir la medicación y hasta verse bien y sentirse bien».
Fundación de ayuda a trasplantados