Después de un año y medio de trabajo, el prototipo de la aeronave no tripulada, del Comité Ejecutivo de Desarrollo e Innovación Tecnológica (CEDIT), realizó hace unos días su primera prueba de vuelo en la pista del ex aeropuerto de Posadas. Según los coordinadores del proyecto, la experiencia fue un éxito porque la nave logró despegar en una carrera corta (20 metros de pista fue suficiente para decolar), la reacción a las maniobras fue buena, carreteó y aterrizó muy bien, los amortiguadores se comportaron muy bien y la distancia de frenado también fue buena.
Este proyecto comenzó hace un año y medio con el objetivo de desarrollar un sistema de observación basado en la utilización de aeronaves no tripuladas y tecnología satelital para la adquisición de imágenes. La combinación de ambas tecnologías conseguiría una mayor calidad, cantidad y disponibilidad temporal de imágenes. Esto permitirá la obtención de información aero fotogramétrica, necesaria para la promoción del desarrollo productivo así como la prevención y el control de eventos que puedan comprometer la sustentabilidad de la provincia. Por ejemplo, podrían hacerse mapeos, conseguir datos catastrales y contar con información que se requiera desde distintos organismos del estado, como el Ministerio de Ecología o fuerzas de seguridad.
El prototipo fue desarrollado por un equipo becado por el CEDIT, coordinado por el ingeniero aeronáutico Lucas Roa y Atilano Ledesma, se desarrolla en las instalaciones del CEDITEC (ubicado en la zona del aeroclub) desde hace un año. La idea fue pensada teniendo en cuenta las necesidades de la región. A partir de una experiencia previa con una aeronave no tripulada, en un proyecto en el que participó en el área de automatización, Roa buscó replicarla en Misiones. “Esto fue planteado hace un año y medio, demoró seis meses en que nos aprobaran la idea, conseguir el lugar, dinero para comprar los materiales, la construcción del ala y fuselaje y hace un año arrancó la construcción física”, relató Roa. La mayoría de los elementos para el armado se adquirieron en Misiones, solo un pequeño porcentaje fue traído de Buenos Aires. Una empresa química proveyó la resina, la fibra de vidrio y el poliuretano expandido.
Basándose en un estudio aerodinámico de perfiles de bajo número de Reynolds, Roa intentó reproducir una nave similar a la construida en la ciudad de Córdoba, en nuestra provincia, ocupando la mano de obra local y los materiales disponibles. El equipo de profesionales lo integran tres estudiantes avanzados de ingeniería electrónica y un experto en aeromodelismo, quien aportó su conocimiento para construir la nave. Además contaron con la asistencia permanente del CEDIT, para conseguir financiación.
Características de la aeronave
En la primera prueba de vuelo se chequearon las aptitudes de la aeronave. Hasta el momento, se observó que se ha logrado una autonomía de dos horas y media de vuelo y un alcance de 300 km. El peso vacío es de 15 kg y la capacidad de carga de diez kilos. Con estas características, “la nave, que utiliza combustible, podría llegar hoy hasta Eldorado, dejando una pequeña reserva por si surge una emergencia”, detalló Roa.
“Lo primero que vimos en la experiencia de vuelo es que la aeronave es muy rígida y tiene buen comportamiento con el viento. Al principio teníamos algunas dudas con respecto al peso, porque no usamos los materiales específicos de aeronáutica, los empleados son más pesados. Aun así la aeronave se comportó muy bien”, apuntó Roa.
Para manejarla se usan antenas de radio, con esta tecnología se logra un alcance de 20 kilómetros en el control. Al superar esa distancia se podrían utilizar satélites o programar una computadora para que vuele en forma autónoma. “Otra opción son las estaciones de relevo, que siguen el recorrido de la aeronave. Así se podría hacer el relevamiento de la reserva Yaboti, por ejemplo”, afirmó Roa.
Con la motorización y el equipo electrónico que cuenta puede alcanzar los tres mil metros de altura. Cuando comience a operar habrá que definir con las autoridades aeronáuticas la altura de vuelo, para no interferir con las aeronaves comerciales o privadas. Según las estimaciones y el trabajo que realizaría, volaría a mil metros de altitud.
Prototipo de la aeronave no tripulada del CEDIT realizó las primeras pruebas vuelo
