La reciente despedida como jugador profesional se lleva consigo parte de la historia rica del fútbol misionero para Carlos “Polaco” Marczuk. Deja un ejemplo que con sacrificio y compromiso se puede llegar. Del Colectivero se fue de una forma que no quería pero las fatídicas lesiones no le permitieron despedirse jugando. Si lo hizo en Ex Alumnos pero se acuerda de la huella que dejó. “Me siento parte del logro de jugar en Primera y me pone muy contento lo que consiguió el club”, dijo.
Siempre referente. Adentro de la cancha lo era y afuera aún más. Cuando llegó el momento de decir adiós, al menos en el plano profesional, Marczuk sabía que terminaba un ciclo lleno de logros en su vida pero empezaba una etapa nueva. Importante, como lo es compartir más con la familia, algo que los jugadores muchas veces deben dejar de lado.
Al reflexionar sobre lo que ha tratado de demostrar siempre, el Polaco indicó en una entrevista con Misiones Online que «yo siempre les dije a los chicos que comencé jugando esta clase de torneos (Argentino A y B) y ahí es donde me ve Rafaela. Estas son lindas oportunidades que tenemos que aprovechar”.
A esto agregó que “les puse como postura de equipo nunca bajar los brazos porque se puede y uno nunca sabe quien puede estar en la tribuna mirando como jugás y puede que les gustes y te quieren para su club».
Respecto a su pasado por Crucero y del histórico ascenso que el Colectivero consiguió a Primera, dijo que «estoy orgulloso de ser partícipe de estos años del fútbol misionero, del resurgir de fútbol como me gusta decir, porque cuando regrese a Misiones con Crucero del Norte estábamos en el Argentino B, luego ascendimos hasta el Nacional B y hoy esta el colectivero en primera”.
También valoró que Guaraní este en el Nacional B, Brown y Ex Alumnos en el Federal B, y aseguró que “eso es importante para el fútbol misionero y hay que aprovecharlo».
Marczuk en Crucero es un emblema, reconoce que no se fue de la mejor manera, pero sabe que dejó todo por esa camiseta. «Me hubiera gustado irme de otra manera del club, las cosas se dieron así, pero yo hoy decidí darle vuelta a la página, no pensar más sobre ese tema. Se que deje cosas importantes en el club y eso nadie me lo va a sacar. Estoy feliz por el logro del Club y me siento partícipe de lo que se obtuvo».
En su extensa carrera pasando por Rafaela, Instituto de Córdoba, Sportin Cristal (Perú), entre otros clubes, conoció a mucha gente y varios entrenadores que marcaron su carrera, «Alfaro fue prácticamente mi formador en Rafaela, él me enseño muchísimo y me dijo cosas que mi iban a pasar y después me pasaron. Tuve técnicos como «Carucha» Corti, Nery Pumpido, J.J López, Jorge San Paoli en Perú, Chemo del Solar. Y en cuanto a jugadores hay muchísimos en estos años, Carlos González, Daniel Tilger, Ariel Donett, Miliki Giménez y Javier López en Instituto; nombrarlos a todos es ser egoísta porque de todos uno aprende».
El cierre de su etapa como futbolista significa una apertura al 101% como padre, y aprovechar cada momento es el objetivo de Carlos, «voy a tratar de recuperar el tiempo perdido, porque muchas veces por los viajes no pude estar en acontecimientos importantes con la familia. No reniego de eso, estoy feliz de las cosas que me dio el fútbol, y como les digo a los más chicos, hay tiempo para todo, hoy por hoy me va a tocar comenzar con esas condiciones de vida y saber que todo el sacrificio anterior dio resultados», concluyó.
