Advierten sobre la problemática que genera el éxodo rural

Agentes pastorales, referentes de organizaciones campesinas y de instituciones de promoción social de unas 15 diócesis del norte argentino debatieron este fin de semana sobre la problemática de la Agricultura familiar y los posibles caminos de acompañamiento y promoción desde la Pastoral de la Iglesia. Fue en el marco del Encuentro Interdiocesano “Agricultura familiar: desafíos para la pastoral de la Iglesia”.

Se contó con la participación de más de 60 personas. Fue organizado por la Comisión Nacional de Justicia y Paz, un organismo formado por laicos instituido por la Conferencia Episcopal Argentina, y la Arquidiócesis de Corrientes.
En el comienzo del encuentro Monseñor Andrés Stanovnik, Arzobispo de Corrientes resaltó los tres valores de la agricultura familiar “La familia, el trabajo y la tierra”. Finalmente subrayó “La confianza Dios nos debe llevar a colocar la persona y la familia en primer lugar, para que el trabajo de la tierra produzca frutos que dignifiquen la persona”. También estuvo presente el Arzobispo de Resistencia Monseñor Ramón Dus, que dio un saludo de bienvenida a los participantes, y sacerdotes de diferentes diócesis.

El diagnóstico
A manera de introducción, Eduardo Serantes y Carlos Vigil, de la Comisión Nacional Justicia y Paz, disertaron sobre desarrollo sustentable expresando que “si no existe un equilibrio entre lo económico, lo social y lo ambiental comprometemos el desarrollo de las actuales y futuras generaciones”. “La problemática de la agricultura familiar no es sólo de las familias campesinas”-expresó Carlos Vigil. “Es de todo el país, y por lo tanto de la iglesia. Porque son estas familias las que aportan riqueza cultural y alimentos a los pueblos y ciudades. Porque cuidan la biodiversidad. Porque su éxodo del campo agrava la ya muy mala distribución de la población en nuestro país empujando a las familias al hacinamiento en las grandes ciudades empeorando las situaciones de violencia y jóvenes sin futuro”.
Luego, la Red Agroforestal Chaco Argentina (REDAF), dio a conocer un relevamiento de conflictos ambientales y de tierras que afectan a miles de familias campesinas de la región, explicando que sus raíces provienen “del avance desmedido de los agronegocios que presionan expulsando a las familias de sus territorios”. El relevamiento constató más de 130 mil personas afectadas por conflictos de tierra y más de un millón y medio por conflictos ambientales como contaminación por agrotóxicos.

Las experiencias
Una parte importante del encuentro estuvo centrada en la exposición de diferentes experiencias de promoción humana. La Diócesis de Añatuya, Santiago del Estero, contó cómo a través de la “Mesa Zonal de Tierras” se logra enfrentar diferentes conflictos de tierra defendiendo los derechos y el arraigo campesino.
La Asociación Provincial de Ferias de Corrientes, que nuclea a 33 ferias con más de 300 familias asociadas, expuso los avances en el agregado de valor y la comercialización de sus productos fortaleciendo la soberanía alimentaria de los pueblos. Por su parte, la Asamblea Campesina Indígena del Norte Argentino (Acina), habló del “valor de la organización en la defensa de los derechos campesinos a nivel provincial, regional y nacional mediante el reclamo de políticas públicas como la Ley de Regularización dominial, de Freno a los desalojos y la Ley nacional de agricultura familiar”. Asimismo contaron sus avances en las llamadas “Mesas de diálogo” donde tratan de avanzar en resolución de conflictos en diálogo directo con los empresarios y el gobierno, acompañados por la Iglesia y otras instituciones. Luego fue el turno de instituciones de inspiración cristiana que compartieron su trabajo de décadas en el Norte argentino junto a las organizaciones campesinas, como Incupo (Instituto de Cultura Popular), Fundapaz (Fundación para el Desarrollo, Justicia y Paz), Be Pe (Bienaventurados los pobres) y APCD (Asociación para la promoción de comunidades indígenas).
Además, expusieron sus valiosas experiencias de trabajo comunitario el Instituto Superior del Profesorado en Ciencias Agrarias y Protección ambiental de Capioví, diócesis de Iguazú, Misiones. La Fundación “Barca de la Esperanza” que impulsa las comunidades eclesiales de base y la promoción de artesanías indígenas de Salta, y el trabajo de Cáritas de Concordia con el impulso de huertas agroecológicas comunitarias.

Problemas y propuestas
El día domingo estuvo destinado a trabajos grupales para avanzar en propuestas concretas para enfrentar las dificultades. “Los conflictos de tierra y contaminación ambiental, las dificultades de comercialización de la producción y la debilidad de las organizaciones campesinas son problemas comunes a todas las diócesis”- explicó Carlos Vigil a manera de síntesis- “Pero además, cada provincia tiene sus problemáticas particulares como la megaminería en el noroeste, la deforestación y contaminación ambiental en Formosa y Chaco, o el problema de las represas en Misiones”. Otra de las dificultades es “el desconocimiento por parte de la sociedad de toda la problemática de la agricultura familiar. Una desinformación muchas veces inducida para facilitar la continuidad de los abusos que se cometen contra el ambiente”.
A la hora de mencionar las propuestas de solución trabajadas en los grupos, Vigil mencionó que “La mayoría pasan por fortalecer la conciencia y el compromiso de trabajo con el sector campesino dentro de las instituciones de la iglesia: Retomar los encuentros de Pastoral Social en conjunto con Justicia y Paz y Cáritas. Impulsar ámbitos interinstitucionales como las mesas de tierra y defensa del ambiente. A su vez, trabajar para fortalecer las organizaciones de la agricultura familiar para que sean protagonistas en la defensa de sus derechos y en la visibilidad de sus propuestas”.
Finalmente, desde el equipo organizador se mostraron conformes por el número de diócesis asistentes y la activa participación de los agentes pastorales: “Tenemos plena confianza que este encuentro realizado en el día de Pentecostés alimentará las iniciativas y el trabajo en cada comunidad para fortalecer la convivencia de la agricultura familiar en un país con más dignidad y respeto para todos”.

Diócesis participantes:
San Roque (Chaco), Formosa, Posadas, Oberá, Puerto Iguazú, Concordia, Jujuy, Gualeguaychú, Añatuya (Santiago del Estero), Santiago del Estero, Reconquista, Corrientes y Salta.

Fuente: Comisión organizadora.

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