El abogado Nelson Leiva (35), detenido tras el asalto en el que le robaron 400 mil pesos a un jornalero de Dos de Mayo el martes en Posadas, sigue detenido. Trascendió que sería imputado como partícipe necesario del delito de “robo calificado por el uso de arma de fuego”, una figura no es excarcelable.
Su defensa será asumida por el letrado Víctor Luciano Gómez. Sin embargo, el sospechoso todavía no tuvo contacto con su defensor, porque se encuentra en condición de incomunicado en la comisaría Tercera.
Hasta el momento, la única declaración que hizo Leiva fue en la comisaría Sexta, en calidad de testigo del atraco. Fue horas antes de que se decidiera su detención.
Sobre el detenido pesa la acusación de la víctima, Raúl Benítez (28) y de la mujer de éste, quienes sostuvieron en su denuncia que para ellos el abogado que los asistía fue parte de la banda que cometió el atraco.
Sobre la causa rige el secreto de sumario. No obstante, se supo que el juez de Instrucción Ricardo Balor pidió las filmaciones de las cámaras de seguridad del banco de donde el jornalero sacó el dinero y de las filmaciones que la Policía tiene de la vía pública, puntualmente en los tramos donde exista la posibilidad de que se hayan tomado imágenes del auto en el que iban Benítez, su mujer y Leiva, en el trayecto entre la sucursal bancaria y la casa del letrado.
Las cintas tal vez permitan apreciar la presencia de algún sospechoso en el banco o en la calle, porque para los detectives está claro que los delincuentes siguieron a las víctimas y actuaron cuando se encontraron en el escenario más propicio: la chacra 109, frente a la residencia del abogado.
Este miércoles también trascendió que los investigadores secuestraron el teléfono celular de Leiva. El aparato está siendo analizado por peritos de la Policía. Quieren determinar con quiénes se contactó el día anterior al atraco y momentos antes del robo.
Por el momento, lo único que hay en su contra es el relato de Benítez y de la mujer de éste. La pareja cree que el abogado, quien los asesoraba, planeó el asalto para quedarse con el dinero de la indemnización que poco antes habían cobrado en una entidad bancaria del microcentro posadeño.
Momentos antes de ir a declarar en la comisaría Sexta, la pareja de Benítez, que se llama María, le recriminó a los gritos a Leiva su presunta participación en el golpe. Después, en su testimonio ante los uniformados volvió a repetir sus sospechas.
Trascendió que los expertos en Criminalística de la fuerza de seguridad levantaron una huella que sirve para cotejo del auto del abogado, en el que se encontraban Benítez, su mujer y Leiva al momento de ser abordados por los dos asaltantes.
No hubo suerte con las marcas de los neumáticos del coche en el que huyeron los ladrones. Ya no se notaban cuando los policías de la Sexta fueron a la chacra 109, escenario del robo.
Tal como lo había adelantado MOL, tampoco los vecinos alcanzaron a ver el auto de los malvivientes. Apenas contaron que era negro y ni siquiera saben de qué modelo. Mucho menos la patente.
Benítez y su mujer añadieron que sería un Peugeot oscuro. Con esos pocos datos se desarrolla la investigación.
