“El libro sigue siendo esa ventana para dejar volar la imaginación” ese es el pensamiento de Guillermo “Jackie” Vidal, que visita Misiones para presentar su cuarto libro. Este abogado penalista devenido en escritor afirma que “aún soy un principiante que busca contar historias”. Reconoce que escribir libros “es totalmente diferente a escribir oficios”.
La presentación se realizó ayer en la librería Tras los Pasos de Posadas, pasadas las 17,30 horas, ante un nutrido grupo de interesados en la lectura y clientes casuales. Para la apertura de la charla se contó con la presencia del músico posadeño Diego Rodríguez Agüero que está presentando su primer disco “La vida en si misma” que es un canto a la tierra colorada.
La presentación se enmarca en las actividades de la librería que quiere acercar a los lectores a los autores. Se prevé continuar con estas visitas de escritores en Posadas, afirmaron desde Tras los Pasos.
Guillermo “Jackie” Vidal nació en Buenos Aires; es abogado, docente universitario en derecho penal económico y autor de libros y publicaciones de su especialidad. Ingresa al círculo literario con su novela «Las siete últimas canciones», en la que destaca que tanto el éxito como la supervivencia no son objetivos, sino dos caras de la misma moneda; que lo difícil e impostergable es ser uno mismo y que la vida es sólo el escenario en el que se elige como actuar. En la segunda, «La hija de otro», aborda las conductas obsesivas que motivan el status, el poder y el amor filial. En «Entre sombras», muestra como los ciegos logran ver lo que los ojos no quieren ver, su aislamiento con el mundo exterior les permite explorar la riqueza interior y grandeza de sus almas. Pero, también, con una dosis de fatalidad puede engendrar resentimiento, odio y hasta transformarse en una paranoia discriminatoria «La cuarta hoja del trébol», es su cuarta obra de ficción.
Con respecto a esta obra el autor reseña que “Carlos, un joven de quince años, pierde a sus padres en un accidente automovilístico. El amor a su madre desaparecida se convierte en una obsesión. Cada momento de su vida está enfocado en recuperar la figura de su madre que se esfumó cuando más la necesitaba. Ese fantasma, esa omnipresencia revive en todas las mujeres que conoce, aquellas de las que se enamora, con las que se acuesta, las que desea a la distancia, las que imagina”.
Planteó que “el descubrimiento de unas cartas lo enfrentan con una trilogía amorosa que no sabe dominar y que va a cambiar la relación con su madre, a la que incluso llega a odiar. Paralelamente la suerte cobra para él distinta significación. ¿Qué ayuda más a mitigar el dolor? ¿Culpar a la suerte o valorar aquello que se ha superado? ¿Qué es más importante lo que nos pasa o cómo enfrentamos lo que nos pasa? Es así que Carlos decide mirarse hacia adentro, luchar contra el sentimiento de ajenidad y la falta de pertenencia”.
Para el autor “la historia nos muestra que la vida brinda otras oportunidades. Muchas veces la mente tiende a aferrarse a las experiencias pasadas, sin dejar espacio al ahora. ¿Qué es el ahora? Alguien dijo que el estado mágico que sentimos cuando observamos algo que nos conmueve y queremos perpetuar, es el ahora”.
