En el segundo día de exposición de la jornada sobre Delitos de Información, organizada por el ministerio de Derechos Humanos y el de Educación, hubo una gran asistencia de docentes y directores de la zona de la ruta 14. El especialista en delitos informáticos, Jorge Chaves concientizó sobre la importancia de crear en las escuelas y en el ámbito social, una cultura que promueva las relaciones sanas.
Esta segunda jornada se realizó en Oberá en el Cine Rex, donde más de 400 docentes participaron en una charla muy dinámica, donde todos cooperaron y se interesaron por las diferentes formas de violencia dentro de la escuela. Estuvieron presentes el presidente del Consejo General de Educación Adolfo Safrán, la subsecretaria de Igualdad de Oportunidades Norma Sawicz, la vocal de enseñanza Elsa Ana Powch, el coordinador de Planeamiento Educativo Alberto Galarza, y otros funcionarios.
Chaves expuso sobre la problemática del bullying, el grooming, el acoso escolar, la violencia en los ámbitos escolares, la pornografía infantil, la trata, y la importancia del rol de contención familiar y el rol docente como formador social.
El especialista instó a crear una cultura en base a las relaciones sanas. “Hay que educar en la diversidad, en decirles que es único, entrar en la empatía, en el mundo del otro en el cómo se sentiría si le pasa determinada cosa, la solidaridad con el compañero, desarrollar un leguaje común entre directivos, docentes, padres para definir agresión y la sanción. Para determinar cuándo hay abuso y qué se va a hacer, crear una cultura para modelar relaciones sanas. Hay que trabajar desde los niños cuando están en las salas de cuatro años. Una cultura que promueva relaciones sanas”, explicó.
Chaves señaló lo fundamental del rol de los padres y los docentes para “crear buenos presentes, para generar buenos recuerdos, que sirvan a los niños como sostén y como reflejo en su comportamiento en su vida social”. También fundamentó la necesidad de que los docentes formen personas porque “la educación no es sólo el contenido, sino formar personas de bien, es necesario porque ellos en la escuela hacen simulacro de su vida social”.
Culminó con un llamado a la reflexión de la familia, de los docentes en cuanto a formadores, de adultos significativos en el entorno del niño, el rol de las familias y la contención emocional de los pequeños. “Cuida a tus seres queridos, porque es lo que nos pasa, nos hemos olvidado de querer a sus próximos, a los prójimos, nuestros hijos no quieren que demos la vida por ellos, quién de ustedes no daría la vida por sus hijos. Lo difícil es cuidar, es jugar, es abrazar, es hablar, abrazarlos sin razón, hay que estar con los hijos, hay que cuidarlos. Tenemos que cuidarnos todos más, tenemos que valorarnos más”.
Sólo hay ocho países en el mundo que penalizan los delitos informáticos
La jornada se presentó el jueves en el Centro de Convenciones de Posadas con una apertura que estuvo a cargo del ministro de Derechos Humanos Edmundo Soria Vieta, el Defensor de los Niños, Miguel Molina, además funcionarios ligados a la infancia, directores, docentes, alumnos, interesados en la problemática de los delitos virtuales.
En una exposición magistral Jorge Javier Chaves disertó sobre la problemática del Bullying, el grooming, la pornografía infantil, la trata infantil, y concientizó sobre una ardua tarea que no sólo tienen los docentes sino la familia como núcleo social a la hora de prevenir el delito, y contener a los niños.
Chavés afirma que “el niño no tiene las habilidades sociales, cognitivas, entonces pasa a la desesperación y al intento de suicidio. Lo que pasó con Vevo -una página en Gales que terminó en un pacto suicida de siete criaturas- en esa idea romántica del suicidio. La misión tripartita para trabajar es el Estado, la familia y la escuela. La primera responsable, la familia, hay que educar contener y orientar a los chicos”.
Sobre el rol de los padres indicó que “no hace falta ser informático sino utilizar la experiencia, hay que entablar diálogo hay que hacer que los chicos se abran, hay que valorarlos, abrazarlos, decirle que estamos orgullosos. Cuando llegan y nos dicen quiero hacerme una cuenta en Facebook, sólo si puedo ser tu contacto, así no me meto pero puedo ver qué hace, miro quiénes son sus amigos, hablar en la mesa de estos temas, ponerles ejemplos, para que ellos se sientan en confianza. Una de las maneras de saber qué le pasa a nuestro hijo es manejarlo con los indicios, de qué piensa de las mujeres, porque para el hijo la madre no es mujer, entonces qué visión tiene mi hija del varón, qué piensa de él, cuáles son sus deseos, emociones con respecto a él”.
También habló de plantear problemas, de hablar de lo que le pasa al niño, de sentarlo y escucharlo. “Lo que en la casa no se le dice va y lo busca en internet, los padres tenemos que generar vínculos de importancia, es decir sentarlos y decirles que ellos son importantes, la familia es un lugar donde todos debemos asumir una responsabilidad, donde el niño debe asumir responsabilidades. Cuántas veces han abrazado a ustedes a sus hijos sin motivo, hay que hacerlo, la paternidad es un trabajo. La familia tiene que trabajar en los casos de ciber bullying, no es algo que queda en la escuela la familia cumple un rol y un papel fundamental”.
El especialista señaló que en el mundo entero hay muy pocos países comprometidos en esa lucha, que Argentina acompaña pero aún faltan grandes pasos sobre estas nuevas formas de violencia. “Son ocho países en el mundo que han tipificado como delito penal el ciber acoso sexual, la estructura del delito es contacto y/o encuentro con el menor para cometer algún delito contra la integridad sexual sexual, siendo un elemento calificativo del delito un elemento subjetivo es la intención. Pero no podemos confiar en la estructura del delito para proteger a nuestros hijos, porque generan muchas controversias, cómo compruebo que una persona que se contacta con mi hija y que habla con ella sobre películas, tiene una intención. Cuando un acosador pasa entre tres y seis meses para ganarse la confianza y luego recién pasa a la etapa de la sexualización, cuando estamos en ese punto no podemos hacer nada, porque no sabemos, interviene el forense informático y qué le va a decir, que le invitó a tomar un helado. Hay obvias y otras que no, algunos hablan del pre delito, el grooming es malo porque hay un facilitador de un delito sexual”.
El rol de los educadores como detectores de lo que sucede en los hogares, es clave. El especialista ejemplificaba “que muchos casos de abusos son intrafamiliares. Entonces es ese el problema de legislar sobre el delito. Hay que trabajar previniendo”.
La estructura del acoso es sencilla, ya sea escolar o el ciber acoso, hay un alumno victimario, o varios, y acosadores, y espectadores, y los terceros. Se ha elaborado un perfil del acosador, la mayoría de los ciber acoso se produce por varones, es muy poco el causado por mujeres, son los más grandes física y cronológicamente en el curso, no controlan la ira, la baja autoestima. “La agresión escolar se produce por alguien de éstas características, o es el más maduro y tiene más herramientas para someter a los demás”, indicó.
Chaves también recomendó a los docentes a no exponer al niño que es víctima frente a los agresores, y a crear herramientas de contención.
También insistió en tener en cuenta las diferencias y a observar las características que definen a acosadores potenciales en el aula. “La mayoría de las víctimas de acoso son varones, los más pequeños, los que pueden ser agredidos, son introvertidos y solitarios, los que están solos en los recreos, tienen uno o dos amigos en el curso, generalmente no los escuchan ni las propias profesoras. No son tenidos en cuenta para hacer proyectos. Esa es nuestra víctima, tiene problemas en la casa, le cuesta relacionarse, uno cuando habla con sus alumnos se da cuenta a quién le cuesta relacionarse, o el aprendizaje. Los síntomas de un chico que padece ciber bullying o bullying dentro de las escuelas es la tristeza, cambio de humor repentino, no querer entrar, variar la forma de llegar a la escuela, sus padres suelen desconocer esta situación. Hay dos clases de víctimas, el que recibe por estas dificultades, o el que provoca y luego es víctima”.
