Tras despedir a todo el personal, a empresa neuquina Vertúa SA, suspendió en el norte salteño, la construcción del Gasoducto de la Integración Juan Azurduy (GIJA), ducto desde el que se conectaría el futuro Gasoducto del NEA (GNEA).
La empresa neuquina Servicios Vertúa S.A. suspendió en Salta la construcción del Gasoducto Juana Azurduy (GJA), ducto desde el que se conectará el futuro Gasoducto del NEA, cuando faltaban colocar 4 kilómetros de caños, y despidió a la totalidad del personal.
Cuando sólo faltan 4 kilómetros de caño para terminar la obra, unos 180 operarios residentes en Salvador Mazza y Aguaray, en el norte salteño, quedaron sin trabajo porque -según la empresa- fueron reiterados los incumplimientos y las medidas de fuerza del personal contratado para construir el ducto, que en el futuro abastecerá al GNEA desde las cuencas bolivianas a las provincias del NEA y al norte de Santa Fe y de Salta.
El despido se produjo el 10 de diciembre, pero los trabajadores aseguran que nada de lo que Vertúa S.A. argumenta es cierto, sino que todo “obedece a maniobras de la compañía, vinculada al ministro de Planificación Federal de la Nación, Julio De Vido”. Y aseguran que levantó campamento luego de cobrar una certificación que rondaría los 45 millones de pesos, dice el diario salteño El Tribuno.
Los trabajadores no quieren hacer declaraciones porque esperan que la firma les abone los sueldos que aún les adeuda. “Si decimos algo, no vamos a cobrar, a pesar de que ya sabemos que nos quieren pagar con el convenio colectivo de la Uocra, sin importarles que habíamos acordado un convenio particular. Con Uocra nos van a pagar 2.400 pesos, cuando por el convenio que habíamos acordado el que menos iba a cobrar era 5.500 pesos”, manifestaron los trabajadores.
Antonio Cardozo, uno de los empleados, aseguró que “a pesar de la indignación y la bronca de la gente vamos a realizar todos los reclamos dentro de la ley; ellos (la constructora Vertúa) están esperando que hagamos alguna medida ilegal para justificar los despidos que tanto daño le han causado a casi 200 trabajadores de Salvador Mazza y de Aguaray y que realmente afectan la paz social. Pero no vamos a caer en la trampa y lo primero que haremos será una presentación en el Ministerio de Trabajo y ante los organismos que correspondan”, aseguró el líder obrero.
Otro trabajador dijo que “el único reclamo que hicimos fue por un adicional de 1.000 pesos que la empresa por iniciativa propia les prometió a los ayudantes de los soldadores. Pero luego se negaron a pagar ese incentivo. Ahora, cuando faltan sólo 4 kilómetros (de colocación de los caños), la empresa nos despidió a todos cuando la población sabe que los trabajadores no hicimos nada de lo que nos acusan”, dijo. (Fuente: Norte Grande)
