Reconocimiento a un proyecto de conservación de la selva misionera

Un proyecto para la conservación de los últimos manchones de pino paraná de la selva misionera y su diversidad biológica, fue reconocido por el Columbus Zoo, institución con sede en Ohio, Estados Unidos. Es un proyecto de la Fundación Azara (Universidad Maimónides), liderado por la bióloga canadiense Kristina Cockle y el naturalista Alejandro Bodrati.

Un proyecto para la conservación de los últimos manchones de pino paraná de la selva misionera y su diversidad biológica, fue reconocido por el Columbus Zoo, institución con sede en Ohio, Estados Unidos. Es un proyecto de la Fundación Azara (Universidad Maimónides), liderado por la bióloga canadiense Kristina Cockle y el naturalista Alejandro Bodrati.

Iniciado hace 6 años es actualmente uno de los proyectos de conservación más importantes que se desarrolla en el país. Desde su creación contribuyó a la conservación de la selva mediante la creación de áreas naturales protegidas, la profundización del conocimiento sobre varias de las especies amenazadas (como el loro vinoso o el carayá pitá o carayá rojo), la educación ambiental y actividades con la comunidad local para integrarla al trabajo de cuidar el entorno natural.

La selva de pino paraná es parte de la selva atlántica, uno de los cinco ambientes más diversos y amenazados del mundo. La selva atlántica se ubica en el sudeste de Brasil, este de Paraguay y la provincia de Misiones, en la Argentina. La Argentina ha conservado unos 11.000 km2 o 50% de la superficie original de selva atlántica; en cambio, en Brasil y Paraguay, queda menos del 15% de la cobertura original. La selva de pino paraná, o distrito de los pinares, se halla en la parte centro-este de la provincia de Misiones. Se estima que la Argentina tenía originalmente unas 210.000 hectáreas de esta selva, pero la sobre-explotación forestal y el reemplazo de la selva por cultivos ha llevado a este ambiente al borde de la extinción en la Argentina, quedando actualmente sólo unas 2.000 hectáreas, en remanentes aislados.

Entre los aportes del proyecto en sus años de existencia podemos mencionar el redescubrimiento, en abril de 2006, del bailarín castaño, un ave pequeña (12 cm) de la selva misionera de la que no se tenían registros desde 1959, cuando fue observara por el naturalista W. H. Partridge. El redescubrimiento se hizo luego de 47 años, en el proyectado Parque Provincial Caá Yarí, Departamento Guaraní. Otro importante aporte fue la estimación de la población aún existente de loros vinosos (Amazona vinacea) para la Argentina y que tristemente no superaría los 250 ejemplares, lo cual ubica a la especie en una situación crítica de supervivencia.

El Columbus Zoo reconoció recientemente a este proyecto y financiará sus acciones durante el año 2010. El proyecto fue seleccionado entre otros dedicados a la protección de osos polares, elefantes, rinocerontes, gorilas, cheetahs y tigres de Siberia. El proyecto, con base en San Pedro, provincia de Misiones, contribuye a la conservación de la selva misionera desde 2003, a través de la investigación y la educación.

«A nivel internacional cuando se habla de los lugares más importantes para la biodiversidad, se habla de la selva misionera. Está entre los cinco ambientes más prioritarios del mundo» dice Kristina Cockle.

El reconocimiento otorgado por el Columbus Zoo permitirá al proyecto seguir estudiando las aves amenazadas de la selva misionera, difundiendo su problemática, y buscando soluciones junto a la comunidad local. En 2010 visitará las 14 escuelas primarias en la zona rural entre San Pedro y Santa Rosa con actividades educativas. Esa área incluye pueblos, chacras, remanentes de selva y ejemplares de pino paraná aislados por los rozados y cultivos.

«En esta zona de San Pedro a Santa Rosa viven unas 30.000 personas y comparten su lugar con 280 especies de aves, de las cuales 17 están en la lista roja de la IUCN (en peligro de extinción o cercana a la amenaza a nivel internacional)» dice Alejandro Bodrati y agrega: «Hay más especies de aves amenazadas en San Pedro que en la mayoría de los parques y reservas de la Argentina. Por eso trabajamos aquí».

Otro integrante del equipo que trabaja en el proyecto, Emilse Mérida comenta: «Los colonos hacen un aporte muy importante a la conservación de las aves amenazadas al tener en su chacra los árboles, takuaras y otros ambientes que estas especies necesitan. Pero no siempre saben qué hay que hacer para cuidar estas especies en la naturaleza. Por eso queremos compartir con ellos los resultados de las investigaciones en la selva, hacerlos partícipes y motivarlos a considerar a la fauna silvestre a la hora de tomar decisiones en la chacra.»

Para Kristina Cockle «La educación ambiental ya ha tenido buenos resultados traducidos en el cambio de actitudes y conductas de los niños y sus padres».

«Nosotros cuando seamos grandes vamos a querer que nuestros hijos conozcan también a los animales que nosotros tuvimos la chance de conocer» expresa Rubén Oscar Maeler, alumno de la Escuela 253 de Paraje Alegría. «Si roban a una lora que tiene los pichoncitos en el nido, no tienen como alimentarse solos, y se van a ir muriendo. Y después los otros van a morir de viejo y quizás desaparecen. Hay muchos que ven un loro y piensan es lindo para llevar a casa, pero hay que dejarlos en el monte que se desarrollen y sigan».

Por su parte Emilse Mérida agrega: «Todos podemos contribuir con la conservación de las aves amenazadas. Un primer paso muy importante es enseñar a los hijos, amigos, y parientes a no capturar ni comprar animales silvestres. De este modo los respetamos, protegemos su libertad, los ayudamos para que no disminuyan y no favorecemos el comercio ilegal de fauna».

La noticia fue del reconocimiento fue dada el 16 de diciembre pasado por Jeffrey S. Swanagan, director ejecutivo del Columbus Zoo: «Nuestro compromiso con programas de conservación, especialmente para la fauna en sitios salvajes, está bien establecido gracias al amplio apoyo del equipo de personal, voluntarios y donantes».

«Es muy importante para nosotros el reconocimiento del Columbus Zoo» dice Carolina Acosta, otra integrante del proyecto, «Nos permite sostener el proyecto en el tiempo y reconoce el trabajo de muchas personas, mayormente voluntarios, que aportan con su esfuerzo año tras año».

Actualmente también el Ministerio de Ecología, Recursos Naturales Renovables y Turismo de la provincia de Misiones, y la Fundación Temaikén desarrollan sus acciones o proyectos para contribuir a los mismos fines, integrando así, junto a la Fundación Azara (Universidad Maimónides), un Programa para la Conservación del Ecosistema de Pino Paraná que reúne los distintos esfuerzos.

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