Cuando la profesión supera la teoría y aflora el esfuerzo incansable

Alejandro Guerrero es uno de los profesionales con más experiencia con 23 cuerpos recuperados. Dice que hace falta capacitación en la Provincia para actuar en situaciones de emergencia. Las expectativas de la búsqueda

Experiencia. Guerrero es buzo táctico preparado en Francia y Estados Unidos.

Experiencia. Guerrero es buzo táctico preparado en Francia y Estados Unidos.

La tragedia en el Paraná exhibió el trabajo de cientos de rescatistas que se resisten a bajar los brazos, convencidos de poder responder a las esperanzas de los familiares que mantienen la vigilia, por los que todavía no aparecieron.
Alejandro Guerrero, es buzo desde hace 20 años. Estudió en la escuela de buceo de la Armada Francesa y se capacitó de paramédico en Estados Unidos. Fue quien rescató el cuerpo de Sebastián Roseski, una de las víctimas de la tragedia del Paraná, y asegura que su trabajo le permite valorar la vida todos los días.

Usted encontró el cuerpo de Sebastián Roseski. ¿Cómo estaba?
Estaba hinchado. Si yo lo conocía no lo hubiera reconocido, no sabes si es gordo, flaco, nada. Yo sabía que tenía el número 37 en el hombro derecho, que no tenía vello en las axilas, ni en el pecho, entonces evidentemente no es un adulto, dije. No le podés calcular el peso porque están hinchados, le podés errar por 20 kilos. Cuando pasás por estas situaciones, hay que despersonalizar. En ese momento es un paquete, no una persona, porque si nos ponemos a pensar que es una persona que tiene familia, o te superan los sentimientos, pensás en tu hijo y no podés trabajar.

¿Cómo se organizan para trabajar?
Está faltando organización. Yo viví afuera muchos años y hacen bien las cosas porque saben lo que están haciendo. Acá habría que poner en práctica simulacros de situaciones extremas. Hay que empezar a escribir protocolos. Desde el gobierno provincial se están haciendo bien las cosas, pero todavía falta mucho. A mí no me gustaría regalarle a mi hijo un pasaporte. Acá todo el mundo quiere dirigir, todos quieren mandar y por ahí hay gente que sabe del tema y que puede llevarlo mejor.

Hace 20 años que es buzo. ¿Cuántas personas recuperó en toda su carrera?
Con el chico del lunes, son 23 personas. Y sí, soy buzo hace 20 años y todavía tengo todos mis dedos, eso quiere decir que trabajo bien. Con el frío que hace cuando uno sale del agua es fácil sacarse un dedo sin darse cuenta, así que nosotros tomamos esto como parámetro.

¿Sienten la carga de la esperanza de los familiares depositada en ustedes cada vez que van al agua?
Hablé con la vicegobernadora Sandra Giménez justamente de las esperanzas de encontrar a las personas perdidas. Lo que queremos es darles tranquilidad a las familias, que por lo menos tengan a sus seres queridos. Si bien no es fácil, si no vas a rescatar a alguien con vida por lo menos querés entregarle el cuerpo a la familia para la cristiana sepultura.
¿Cómo es el trabajo en conjunto con los buzos y la Armada de Paraguay?
Somos países hermanos, nos conocemos entre todos, eso facilitó mucho la entrega de los cuerpos encontrados. Fue fabulosa la tarea del teniente Rivas de Paraguay, cuando revivió a uno de los nadadores. El aliento que le dio, yo nunca lo vi, yo he revivido varias personas pero éste oficial gritaba ¡no te me mueras, dale, mirá para el costado dale, dale!, fue algo que nunca había visto, pedí ese video para los cursos que se darán a futuro. Me emocionó mucho, no sé si me estoy volviendo viejo o se me hace verlo a mi hijo de nueve años en esa situación.

Al final del día. ¿Qué piensa alguien que rescató un cuerpo del agua y vive esa tristeza junto a la familia?
Cuando ves estas cosas pensás en tus hijos, agradecés a Dios por tener a un hijo que te rompe las pelotas, esas cosas hoy se agradecen. Yo valoro el momento, yo cuando tenía seis años, tuve cáncer, es un tumor que tuve de nacimiento, que cuando te lo descubren te morís, pero a mí me salvaron de los pelos y de ahí para adelante me di cuenta que tenés que vivir hoy, disfrutar hoy, yo sé que si me muero mañana hice todo lo que tenía que hacer.

¿Cómo están anímicamente los rescatistas?
Estamos bien. Poniendo todo lo que podemos, es la voluntad de Dios, por nuestra parte estamos haciendo todo lo posible. Si llegan a las cercanías de la represa, ya será una lotería, y ni hablar si llegan a la represa, ahí nunca más. Sería esperable que mañana (por hoy) haya mucho movimiento y que los cuerpos floten para estar a la vista, hay esperanzas de encontrar a los demás.

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