Leishmaniasis visceral: Darán prioridad a la vida humana

Fue la premisa de las jornadas provinciales acerca de la patología que se desarrolló ayer en el auditorium del Montoya. Para ello se hará hincapié en el sacrificio de los canes que estén afectados con la enfermedad. Los especialistas indicaron que al no existir el reservorio en los animales, el vector no lo pica y se disminuye el riesgo de infestación en las personas.

La política será sacrificar a los canes para evitar la multiplicación de reservorios

La política será sacrificar a los canes para evitar la multiplicación de reservorios

La vicegobernadora misionera fue contundente: «hay que priorizar la vida humana» sentenció.

Sandra Giménez confesó que una vez confirmada la leishmaniasis visceral en sus dos perros, se le practicó la eutanasia, por ello consideró que todos deberían actuar de esa manera ante la realidad y el riesgo que implica tener el reservorio de la afección en la propia casa.

De esta manera, el gobierno provincial clarificó la postura respecto a los canes con la patología, que había creado controversias con las sociedades protectoras de animales y algunos profesionales de la veterinaria que se oponían a la eutanasia canina.

La clarificación se materializó en la primer jornada provincial de leishmaniasis que se desarrolló ayer en el auditorium del instituto Montoya.

No solo la vicegobernadora fue tajante, sino también el Director de Epidemiología de la Nación, Juan Carlos Bossio quien sostuvo que una persona que certifica que su mascota tiene leishmaniasis visceral, debe tomar recaudos que incluyen la utilización de repelentes, insecticidas y encerrar al can en una jaula con mosquitero en los horarios en los que se alimenta el vector, que sería una gran parte del día, todas medidas que resultan inviables para gran parte de la población y necesarias para no exponer a la propia familia y al resto de las personas al contagio.

«La política es sacrificar a los animales para evitar la multiplicación de los reservorios» precisó Bossio.

Los especialistas recordaron que «el animal una vez que se enferma, independientemente que pueda mejorar la sintomatología, no tiene cura».

Los expertos reiteraron que «con los tratamientos con los que se dispone en la actualidad el animal permanece enfermo y la única manera de evitar que ese animal se convierta en una fuente y transmisor de la enfermedad es tenerlo aislado de la posibilidad de que lo pique el mosquito, vector de la leishmaniasis visceral».

Los expositores sostuvieron que si no hay reservorio no hay posibilidad de que se contagie la enfermedad, por ello señalaron como fundamental la tarea de control del vector y de los perros.

La vicegobernadora dijo «Prefiero sacrificar un can y no más misioneros y misioneras».

Unas 30 personas fueron disgnosticadas con la enfermedad en Misiones y cuatro de ellas fallecieron.

Se cree que unos diez mil canes se encuentran infectados en Posadas, y exisitiría una población de cien mil en total.

En la Capital Provincial se recolectaron más de mil perros callejeros de los cuales, un 71 por ciento dio positivo al examen de leishmaniasis visceral,

En la medida que se disminuyan los reservorios en perros, las posibilidades de que el vector lo pique e infecte a un humano también descenderían.

Misiones está perfeccionando la red para diagnosticar precozmente y tratar adecuadamente la patología en casos humanos.

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