El delantero paraguayo David Bareiro, ingresó en el segundo tiempo y en el último suspiro marcó la única diferencia en el clásico misionero. A su vez, el jugador manifestó que su equipo fue el justo ganador del partido. El triunfo de Crucero del Norte sobre Guaraní Antonio Franco ayer en Villa Sarita dejó mucho para comentar. Pero en referencia al elenco «Colectivero» hay que destacar que inclina a su favor el historial por tres partidos de diferencia y, en lo individual, el delantero David Bareiro logró amargar por sexta vez a su eterno rival.
Desde que asumió Pedro Dechat como entrenador del conjunto de Santa Inés, la titularidad en el centro de ataque fue y es de Cristian Gutiérrez, el jugador se ganó ese lugar debido a sus actuaciones y entrega. Pero siempre y principalmente para el segundo tiempo, ingresa el paraguayo Bareiro que, siempre expectante y con humildad siguió trabajando para tener un partido como el de ayer, en donde fue el héroe de Crucero.
«Fue un gol importante para mí porque venía de una racha muy negativa. Estaba cerrado el arco para mí y ahora se me dio frente a un rival clave como Guaraní. Hacer un gol en un clásico es muy relevante porque nosotros nos estamos jugando muchas cosas para el ascenso», explicó extenuado David luego de festejar frente a su hinchada, en la tribuna que está de espaldas a la Costanera posadeña.
A su vez, el nueve tuvo tiempo de dedicar su tanto, dijo que «quiero dedicar este triunfo para mi familia, al plantel y a la hinchada que siempre está con nosotros».
Con respecto al partido, hay que destacar que el visitante controló el partido no tanto por su trabajo en el medio de la cancha, también porque el local no tuvo más ideas que mandar pelotazos a Nazareno Godoy. En esta línea, Bareiro argumentó que «si nos ponemos a contar las situaciones que tuvimos en el primer tiempo, lo teníamos que haber liquidado en esa etapa. No se pudo dar y llegó en el último minuto», afirmó.
Otro de los que se destacó fue el defensor por derecha Gabriel Mosevich, que también habló luego de la celebración y destacó que «hay que ir partido tras partido. Hicimos un buen encuentro hoy y aprovechamos el cansancio de ellos porque tuvieron un largo viaje la fecha pasada. Pero creo que las mejores situaciones las creó nuestro equipo, ellos abusaron mucho del pelotazo y por eso pienso que somos los justos ganadores. Demostramos que siempre fuimos superiores», argumentó.
Un partido deslucido
Más allá del resultado que favoreció a Crucero del Norte, el partido para el simple espectador fue discreto. En la tabla de valoraciones tenemos que mencionar que en la creación y en intención de jugar el que dejó un par de chispazos fue el visitante.
Cabrera, Suligoy y Gutiérrez hilvanaron un par de jugadas en ataque y por abajo, que estuvieron a punto de llegar a buen puerto.
Justamente, en esta arista falló «La Franja». El doble enganche entre Verón y Balmaceda propuesto por el entrenador Telmo Gómez no se «enganchó», valga la redundancia. Entonces, el pelotazo a Godoy fue el único arma de ataque, previsible por los defensores «colectiveros».
Quizás, «los franjeados» sintieron en demasía la falta del creador Eugenio Klein, su tranquilidad y calidad hicieron mucha falta ayer. Por ello, en Guaraní se espera su regreso porque la clasificación todavía está abierta.
En la agonía del clásico, festejó Crucero
