El Foro Forestal del NEA recibió con agrado que la Provincia se hiciera cargo del pago de parte de la deuda con los productores, pero reiteró su reclamo de «una operatoria plena» de la ley de promoción. Empresarios y profesionales forestales volvieron a reunirse ayer para analizar los problemas en la aplicación de la Ley 25.080. Juzgaron positiva la intervensión de la Provincia -que minutos antes había anunciado que adelantaría con fondos propios parte de la deuda atrasada que la Nación mantiene con los productores- pero reiteraron su reclamo por la normalización plena de la operatoria de la Ley y advirtieron que si no se recupera la confianza en el sistema de promoción, la actividad sufriría un retraso «irreparable».
«Lo que perseguimos es la aplicación plena de la ley; el pago de todos los planes que están en condiciones de cobrarse; la aprobación de planes forestales y foresto industriales que están pendientes de aprobación, algunos de ellos desde hace años y el pronto restablecimiento de los beneficios fiscales que hoy están suspendidos, por causas ajenas a los beneficiarios», explicó José Saiz, gerente de la Asociación Forestal Argentina (AFoA).
Durante el encuentro se decidió reiterar el pedido de audiencia con el gobernador Carlos Rovira, «que se nos viene negando desde hace mucho tiempo», indicó Saiz, para -a través del gobernador- pedir una audiencia con el ministro de Economía de la Nación, Roberto Lavagna, «que es quien tiene la llave para solucionar el problema», consideró el gerente de AFoA.
De la reunión realizada ayer en el Hotel de Papel Misionero, en Capioví, participaron directivos de las principales organizaciones empresarias del sector, la Afome y la Amayadap, además de AFoA estuvieron presentes, y de profesionales Colegio de Ingenieros Forestales (Coiform).
Otro de los planteos escuchados durante la reunión fue la adopción de la vía judicial para reclamar el pago de los planes adeudados, el principal impulsor de esa modalidad fue Daniel Durán (Amayadap) quien sostuvo que ya presentó pedidos de pronto despacho promocionados por un estudio de Buenos Aires y que deberán resolverse en julio.
Incertidumbre
Los miembros del Foro Forestal plantearon que la falta de datos claros dificulta que los productores recuperen la confianza en el sistema. «Aquí mismo en Papel Misionero, en una reunión que mantuvimos en febrero con autoridades Provincia se hablaba de 13 millones de pesos de deuda, hoy se habla de bastante menos. Por otra parten en la ultima reunión de la comisión asesora en Buenos Aires la doctora Ester Malacari, (directora de Forestación de la Secretaría de Agricultura) entregó un documento en el que manifestaba que había pendiente de estudio 13.100 planes, días después uno de los integrantes de este foro escuchó en reunión con (el secretario de Agricultura que la Nación) Miguel Campos que solamente tenia 1.000 planes. Todo esto se vuelve medio confuso, lo que parece es que en la Nación no hay voluntad política de pagar», señaló Saiz.
A la hora de repartir culpas por los incumplimientos en los pagos de los planes, los forestales apuntan a la administración nacional en primer término, porque si bien se quejan de supuestos retrasos por parte de la Provincia en el envio de documentación e inspecciones, argumentan que provincias que tienen menos planes, tal el caso de Corrientes, tienen hace mucho tiempo todas las inspecciones y documentaciones en regla y sin embargo sus productores de esa jurisdicción tampoco pudieron cobrar.
Sin 25.080
Eduardo Stirnermann, presidente del Coiform consideró que el impacto de dejar de lado la operatoria de la 25.080 sería nefasto para Misiones. «El impacto social sería muy grande porque afectaría al pequeño productor que es el que ocupa mayor cantidad de mano de obra. En lo económico, se dejaría de plantar muchísimas hectáreas y se pondría en riesgo la subsistencia de muchas industrias por la escasez de materia prima y no habría posibilidad de concretar nuevas inversiones y ampliar la capacidad industrial».
Campaña en baja
Durante la reunión de ayer los empresarios del sector forestal plantearon un gran interrogante respecto al resultado de la campaña 2005.
El más optimista fue Jorge Pujato, quién reconoció el marcado que existe en las plantaciones, pero al mismo tiempo consideró que la intervensión del Gobierno Provincial -«si es lo suficientemente rápida», aclaró- podría inyectar la dósis de confianza necesaria para que los productores vuelvan a apostar a las plantaciones.
Una de las condiciones necesarias para «levantar» la campaña, coincidieron los empresarios y profesionales, pasa por posponer la fecha tope de presentación de los planes 2005, cuyo cierre está previsto para el 30 de septiembre próximo.
Pero las expresiones de Pujato no encontraron demasiado eco entre sus pares del foro, quienes optaron por una visión más negativa, especialmente para los pequeños productores que dependen en gran medida del apoyo estatal.
«No se vislumbra un buen panorama, salvo para aquellos grandes forestadores que cuentan con recursos propios, en general se está plantando poco», respondió José Saiz, gerente de AFoA, a la consulta de Misiones On Line. Al escuchar esta pregunta, Luis Olmo, gerente de Papel Misionero, no restió la tentación de intervenir en el reportaje y al pasar acotó: «para atrás viene la campaña este año», bajando ambos pulgares mientras enunciaba su diagnóstico.
Los más comprometidos con el panorama de la campaña 2005 son, según consideró el mismo foro, los viveristas, quienes pronostican que este año deberán tirar muchos plantines ante la falta de interés en nuevas forestaciones.
Por su parte, Eduardo Stirnermann, presidente del Colegio de Ingenieros Forestales de Misiones (Coiform) estimó que «con suerte» se llegaría a las 26 hectáres forestadas al final de la campaña.
Desde las entidades empresarias y profesionales del sector adjudicaron la responsabilidad por las pobres perspectivas de esta campaña, a los retrasos en los pagos de los planes y a la incertidumbre respecto a su futuro. «La perdida en la credibilidad en el sistema de promoción es fatal para el sector», explicó el presidente del Coiform, quien además indicó que «si hubiera que prescindir del apoyo del Estado, volveríamos a años anteriores cuando los únicos que forestaban eran las grandes empresas».
El Gobierno pagará parte de la deuda con pequeños forestadores
