El fuego de San Juan revivió los corazones posadeños

La fiesta se realizó en la estación de trenes, tras la convocatoria de la Murga. La velada tuvo juegos típicos y mucho fuego.

Papel importante. Tradicionalmente el fuego cumple un papel destacado en la festividad de ahuyentar malas ondas.

Papel importante. Tradicionalmente el fuego cumple un papel destacado en la festividad de ahuyentar malas ondas.

[su_note note_color=»#cdcdcd»]No faltaron el palo enjabonado, ni el cruce de brazas, ni la quema del muñeco en la velada[/su_note]Como cada año desde hace mucho tiempo, la comunidad posadeña se reunió anoche en la estación de trenes para festejar el día de San Juan.
Ni bien se ocultó el sol, las calles del barrio Villa Bloset fueron testigos de centenares de personas que lentamente iban congregándose para la celebración. El ánimo festivo era evidente. Banderines coloridos, música a alto volúmen y el intenso olor a comida indicaban que la fiesta comenzaba.
En todo el hall de la estación de trenes se instalaron puestos de artesanía en piedras, vidrio, lana, cuero, alambres, tallados en madera, flores, entre otras. Además, había venta de sopa paraguaya, empanadas, choripanes, panchos y gaseosas para la gente que circulaba y la cantidad de chicos que correteaban. Los ferrocarriles «La Posadeña» y «La Misionerita» daban clima a la velada con su presencia. Hasta pudo verse un grupo de niñas vendiendo una rifa que tenía por premio una torta, confeccionada por una vecina del barrio, la que se sortearía en la fiesta.
Participaron del encuentro la Orquesta Folclórica Municipal, La Yahve, Sebastián Gómez, Taller de Danzas Amancay y la joven Anahí Rolón.

Celebración

Tras un baile inicial, la Murga de la Estación -a traves de su directora, Liliana Daviña- dio la bienvenida a los presentes en el 7mo año de vida del grupo con su espectáculo «La Murga y la Fiesta de San Juan». Entre los pegadizos cantos de los murgueros podía divisarse «tiene payé San Juan, tiene payé, predice las cosas que quiero saber». También simularon en un sketch el cruce de brazas y el palo enjabonado con su anhelado premio en la cúspide. En otro cuadro se refirieron al teléfono celular como una forma de comunicarse… o de incomunicarse. También hablaron del mate como una costumbre misionera, y sus dudosos significados , el que finalizaron con un cantito que decía: «te quiero verde y caliente». En otro segmento se refirieron a los chismes de barrio y a la esperanza que pone la gente en los juegos de azar.
La Murga actuó a un costado del gran muñeco, que poco después de la medianoche fue quemado. Al finalizar su presentación, los murgueros abandonaron el escenario improvisado con el mensaje: «la fiesta continúa y la Murga también». Poco más tarde repitieron su actuación.

Tradiciones

A un lado del hall de la estación se erigía imponente el popular palo enjabonado, y un poco más lejos un gran fuego preparaba las brazas para los corajudos que buscarían tener suerte el resto del año tras animarse a cruzar en tres ocasiones.
Desafiando al fuego como un elemento importante de la festividad, unos murgueros lanzaron al cesped una gran pelota de llamas e invitaban a la población a participar del picadito improvisado. Los jóvenes que se unían al juego pateaban la pelota humeante de un lado a otro, dejando vestigios del fuego por varios lugares del predio. Todo concluyó con una gran fogata.

Orígenes

Seis meses después de la Navidad, junto a la llegada del solsticio de verano, se celebra la fiesta de San Juan Bautista, el santo más festejado en Europa.
Las celebraciones de San Juan son de origen pagano y han heredado una serie de rituales, prácticas y costumbres que parecen estar basadas en celebraciones precristianas
La noche del 23 de junio es la más corta del año en el hemisferio norte y significa el triunfo de la luz sobre la oscuridad. En sus rituales prevalecen el sol, el fuego y el agua, y las hogueras que se encienden esa noche preservan del mal durante el año. La leyenda dice que las cenizas curan las enfermedades de la piel y que es conveniente saltar la hoguera un mínimo de tres veces para tener un buen año.
La consideran una noche mágica, en la que todo puede pasar, las hierbas todo lo curan o espantan malos espíritus, las mozas encuentran novio y el amor no tiene ataduras.

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