Cada 28 de junio se celebra el Día Mundial del Árbol, con el objetivo de generar conciencia sobre la importancia de los recursos forestales para el desarrollo de la vida en todas sus formas.
En un contexto donde los niveles de contaminación ambiental son crecientes, cuidar el aire que se respira tiene una relación directa con la buena salud. Los árboles urbanos no solo decoran y embellecen el paisaje, sino que también tienen un rol clave en mejorar la calidad del aire de las ciudades. Desde 1971, el Día Mundial del Árbol, establecido por recomendación del Congreso Forestal Mundial, busca resaltar la necesidad de proteger estos valiosos recursos.
Los árboles brindan una serie de servicios ecosistémicos, como la captura y recarga de fuentes de agua, la provisión de oxígeno y la absorción de dióxido de carbono (CO2). En las grandes ciudades, donde la polución ambiental es cada vez mayor, su función es fundamental para mejorar la calidad del aire.
Un estudio de la Universidad de Jaén, en España, destaca que «la contaminación del aire es un problema frecuente en muchas zonas urbanas, con consecuencias negativas para la salud humana y el entorno natural». Los bosques urbanos desempeñan un papel crucial al reducir la temperatura, filtrar contaminantes y disminuir el consumo energético de los edificios cercanos. Esto, a su vez, reduce las emisiones de contaminantes provenientes de las fuentes de energía eléctrica.
Beneficios de los árboles urbanos
Un artículo publicado en The Lancet Planetary Health señala que casi el 90% de la población en áreas urbanas está expuesta a contaminación por partículas finas que superan el máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Diego Salas, director de programas de Greenpeace Andino, enfatizó que “los espacios verdes juegan un papel crucial en la mejora de la calidad del aire en nuestras ciudades, pero no son suficientes por sí solos”. Salas aboga por un enfoque integral que combine la preservación de áreas verdes, un sistema de transporte más eficiente y sostenible, y el control de las fuentes industriales.
ONU Hábitat, el programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos, publicó un documento en el que resalta que “los árboles urbanos proporcionan múltiples beneficios para las ciudades y sus habitantes, por lo que es indispensable cuidarlos y protegerlos”. Entre los beneficios enumerados, destacan las siguientes siete formas en que los árboles y bosques urbanos contribuyen a la sostenibilidad socio-económica y ambiental de las ciudades:
-Incrementan la biodiversidad urbana al ofrecer hábitat, alimentos y protección a plantas y animales.
-Absorben gases contaminantes: Un árbol maduro puede absorber hasta 150 kilos de gases contaminantes por año, mitigando el cambio climático.
-Mejoran la calidad del aire: En áreas urbanas con alta contaminación, los árboles capturan partículas finas como el polvo en sus hojas y corteza.
-Reducen la temperatura del aire: Colocados estratégicamente, pueden disminuir la temperatura entre 2 y 8 grados centígrados y reducir el uso de aire acondicionado hasta en un 30%.
-Mejoran la salud física y mental: Tener acceso a áreas verdes urbanas puede reducir la presión arterial alta y el estrés.
-Regulan el flujo de agua: Los árboles maduros ayudan a prevenir inundaciones y reducir el riesgo de desastres naturales.
-Incrementan el valor de la propiedad: La planificación de paisajes urbanos con árboles puede aumentar el valor de la propiedad hasta en un 20%, además de atraer turismo y negocios.
Los árboles son indispensables para las ciudades, no solo por su contribución ambiental, sino también por el impacto positivo en la salud y el bienestar de sus habitantes. En el Día Mundial del Árbol, es crucial recordar la importancia de proteger y expandir los espacios verdes urbanos para un futuro más sostenible.
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— misionesonline.net (@misionesonline) March 18, 2024
