El 11 de marzo comenzará la primera etapa de la campaña 2024 de vacunación contra la fiebre aftosa. Históricamente, la Nación entregaba gratuitamente la vacuna a productores con menos de 50 cabezas, algo que no ocurrirá este año. Entre los ganaderos hay preocupación porque, al ser territorio de frontera, en Misiones el riesgo de contagio es mayor. Si se detectaran casos positivos, la zona perdería su estatus de “libre de aftosa” y todos los productores se verían perjudicados.
En marzo comenzará la primera campaña de vacunación 2024 contra fiebre aftosa, en las provincias de la zona central y litoral del país donde se inoculará a la totalidad de las categorías bovinas y bubalinas, según el diagrama establecido por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
De acuerdo con el cronograma acordado por el Senasa y los más de 300 entes sanitarios del país comprendidos en la zona con vacunación, el 11 de marzo se dará inicio a esta primera etapa de vacunación en las provincias de la zona central y litoral del país, que incluye a Chaco, Formosa, Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, La Pampa y San Luis.
“La vacunación contra la fiebre aftosa es una de las principales estrategias de prevención que permite mantener una situación epidemiológica estable de esa enfermedad en la República Argentina”, declara el Senasa en el comunicado oficial en el que comunicó la campaña de vacunación.
Pero luego de destacar la importancia de la vacunación, tanto desde el Senasa como desde la Secretaría de Bioeconomías de la Nación, confirmaron a autoridades provinciales que este año no habrá vacunas gratis para productores con menos de 50 cabezas de ganado, tal como se venía dando en años anteriores.
La situación genera preocupación en el sector ganadero, porque el riesgo de un brote de aftosa en Misiones, por su condición de fronteriza, es mayor que en otra provincia, más aún teniendo en cuenta que Brasil dejó de vacunar a su rodeo.
El último brote de aftosa en Argentina se produjo hace casi dos décadas, generó pérdidas millonarias para el sector porque obligó a cerrar las exportaciones. El territorio nacional recién volvió a estar libre de aftosa, con el requisito de vacunación, desde 2006.
El temor de los productores radica en que, si se detectara un caso de aftosa en cualquier punto de la provincia, no solo se vería perjudicado el propietario del o los animales enfermos, sino que todos los demás también sufrirían pérdidas económicas cuantiosas por la pérdida del estatus sanitario que les permite vender sus animales en cualquier punto del país e incluso destinarlos a la exportación.
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