En un esfuerzo por abordar las necesidades emocionales y sociales de los hermanos de personas con discapacidad y enfermedades crónicas, la psicóloga Nadia Ali y la psicopedagoga Rocío Sanabria han lanzado un taller destinado a crear un espacio de apoyo y comprensión.
El taller, que tiene como objetivo principal proporcionar un ambiente donde los hermanos puedan compartir sus experiencias y emociones, se presenta como un espacio lúdico y recreativo. La idea es que, a través de juegos y actividades recreativas, los participantes encuentren momentos de diversión y aprendizaje, mientras también se fomenta el intercambio de experiencias entre ellos.
Según las expertas, el taller sigue un formato específico, adaptado a las distintas edades y etapas de desarrollo de los participantes. Dos grupos se han establecido para garantizar una experiencia más personalizada: uno para niños de seis a nueve años y otro para aquellos de diez a doce años.
«Nuestra intención es poner en palabras las experiencias comunes que surgen en distintos sistemas familiares donde hay una persona con discapacidad o una enfermedad crónica. Queremos abordar específicamente el impacto que esto tiene en los hermanos y proporcionar herramientas para afrontar estas situaciones», señalalaron.
El taller comenzará el próximo 1 de diciembre. El primer encuentro estará dedicado a niños de entre seis y nueve años, programado para el viernes de 16:00 a 18:00. Al día siguiente, el 2 de diciembre, será el turno de los niños de diez a doce años, con el horario de 10:00 a 12:00.
En cuanto a la participación, se informa que el taller tiene cupos limitados y requiere inscripción previa. Los interesados pueden inscribirse a través de las redes sociales de las organizadoras, quienes han habilitado un Instagram para difundir toda la información relevante.
«Queremos que este taller sea accesible para aquellos que lo necesiten, pero dada la naturaleza íntima y personalizada de las sesiones, hemos establecido cupos limitados. Animamos a aquellos interesados a ponerse en contacto con nosotros para asegurar su participación» remarcaron.
El costo del taller también se ha establecido, aunque se destaca que se busca hacerlo accesible para todos los participantes. Además, se planea repetir el taller en futuras fechas para aquellos que no puedan asistir al primer encuentro.
«Este taller no solo busca proporcionar herramientas prácticas para afrontar las situaciones que enfrentan los hermanos de personas con discapacidad o enfermedades crónicas, sino que también pretende crear una red de apoyo emocional que perdure más allá de las sesiones programadas».
Nadia Ali y Rocío Sanabria, ambas con una vasta experiencia en el área de discapacidad, subrayan la importancia de este taller como un espacio único para los hermanos, una iniciativa que busca llenar un vacío que han identificado en la oferta de apoyo familiar.
«Hicimos un estudio y vimos que esta modalidad se utiliza hace mucho tiempo en otros lugares, pero aquí casi no existe. Lo que observamos es que, aunque los padres tenían sus espacios de orientación o terapias no profesionales, los hermanos carecían de un lugar específico para compartir sus experiencias», explicaron.
Ambas profesionales coinciden en que el impacto emocional de un diagnóstico o de convivir con una enfermedad crónica es similar tanto en los hermanos como en los padres, aunque los roles que desempeñan son distintos. La diferencia crucial radica en que los padres suelen contar con un mayor acompañamiento, mientras que los hermanos pueden sentirse más solos.
«La clave está en la visibilización antes de tiempo», destacan. «Queremos que los hermanos encuentren un espacio donde puedan decir ‘a mí también me pasa esto’ y aprender unos de otros. No se trata de señalar carencias, sino de reconocer fortalezas y habilidades que los hermanos de personas con discapacidad desarrollan de manera única» .
El modelo de taller, respaldado por una certificación internacional, se ha implementado con éxito en otros lugares, con adultos que participaron en su juventud destacando el impacto positivo que tuvo en sus vidas. La intención no es solo abordar las preocupaciones inmediatas, sino también construir un espacio que evolucione con las necesidades cambiantes de los participantes.
«Los hermanos tienen un impacto significativo en la dinámica familiar, y queremos que encuentren un lugar para expresar lo que sienten. Este taller es ajustable a sus necesidades, para que puedan hablar de todo, preocupaciones, alegrías, y construir una red de apoyo entre ellos».
El taller se llevará a cabo en el Instituto Médico Especialista, con sesiones programadas para el viernes primero y el sábado dos de diciembre. Aquellos interesados en participar pueden ponerse en contacto a través de las redes sociales designadas, donde también se comparte información relevante para padres y hermanos. Los cupos son limitados, por lo que se aleja a la comunidad a inscribirse pronto y ser parte de este valioso espacio de encuentro y crecimiento conjunto.
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