La marca personal que Lionel Messi buscará cortar en la altura de La Paz frente a Bolivia

En la que puede ser su última excursión a Bolivia con la Selección Argentina, el mejor jugador del mundo tiene la chance de archivar un registro propio.

Si logra clavarla, no será una chinche más en el planisferio. Sino una muy especial. Porque ha convertido goles en 48 ciudades con la Selección, Lionel Messi. Desde la lejana So Kon Po de Hong Kong hasta la ancestral Gelserkirchen alemana que oyó su primer grito en mundiales. Sin embargo, La Paz tiene ese qué se yo: sus temibles 3.625 metros sobre el nivel del mar en donde ganó, sí, pero también perdió feo. Y la pasó ídem, también.

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No será un récord desde la acepción literal del término, pues en efecto no hay nada que batir. Sin embargo, sí es una marca que Messi quiere romper en la que quizás sea su última vez en la altura de La Paz: nunca ha podido convertir goles en la capital administrativa de Bolivia. Allí donde padeció el 1-6 con Diego Maradona, empató 1-1 con Alejandro Sabella y ganó 2-1 con Lionel Scaloni. Pero en donde siempre sufrió.

Porque a Leo, que causó furor con su llegada a La Paz, siempre le costó jugar allí. En su primera vez sufrió la inexperiencia fisiológica. Es decir, el desconocimiento de los efectos adversos de jugar en las grandes altitudes y su terrible efecto sorpresa. Y entonces, le costó desenvolverse y se lo vio varias veces buscando oxígeno inclinando su cuerpo.

“Es imposible jugar ahí”, se sinceró después de la goleada, en la que tuvo dos mano a mano y extrañamente los falló. Y en 2013, en el 1-1 con Alejandro Sabella, se repitió la postal. Incluso Leo no pudo contener los vómitos. “Mucho no se puede jugar. Es terrible: cuando hacés un esfuerzo o una jugada de velocidad cuesta recuperarse”, admitía en su segunda excursión, ya con 25 años, cuando pudo convertir el gol del triunfo en un mano a mano en el que dudó y terminó siendo neutralizado por Sergio Galarza.

En su último viaje, aun cuando la Argentina ganó, su performance ofensiva no fue la esperada: no pudo rematar siquiera rematar con claridad y sus tres únicos intentos terminaron siendo bloqueados. Toda una señal de cómo repercute la altitud en su performance.

 

El rival invisible: la altitud y sus consecuencias

¿Cómo convertir, entonces, si no se puede siquiera jugar? Eso es lo que intentará superar Leo. Cuando, de hecho, en Eliminatorias se le ha complicado siempre marcar en condición de visitante: de los 29 goles que hizo en su experiencia clasificatoria sólo nueve fueron cruzando la frontera argentina.

Incluso si se contempla que cinco de ellos los marcó en dos partidos (tres a Ecuador, en Quito, en la noche épica de 2017; dos a Paraguay en 2021 para asegurar el ticket a Qatar) la dificultad queda aún más evidenciada: en Sudamérica y en partidos clasificatorios tiene el casillero en cero en Perú, Brasil, Uruguay… y Bolivia.

Una serie de números que contrastan bastante con los 20 goles que Messi ha metido en la Argentina repartidos entre la Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, San Juan y Santiago del Estero. Un productivo tour local.

El killer histórico de las Eliminatorias junto a Luis Suárez entonces buscará desafiarse a sí mismo. Entendiendo que puede llegar a ser su última vez con la Selección en ese estadio y por los puntos. Una chance, entonces, única. Para clavar un golazo y otra chinche en su mapa mundi.

 

Con Lionel Messi, el posible 11 para enfrentar a Bolivia

Dibu Martínez; Molina, Cuti Romero, Otamendi, Tagliafico; De Paul, Enzo Fernández (o Paredes), Alexis Mac Allister; Messi, Julián y Di María.

 


FUENTE: Olé.

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