Misiones Online viajó hasta la ciudad de Eldorado para contarte la historia de Coama Sud América S.A., una empresa familiar que ha dejado una huella importante en la industria maderera argentina y ha alcanzado un nivel de calidad admirado por profesionales y otras empresas del mismo rubro fuera de nuestras fronteras.
La historia de Coama Sud América se inicia hace 70 años, cuando el abuelo de los actuales directores, Francisco «Don Pancho» Queiroz, incursionó en el rubro maderero en San Antonio. Con el paso del tiempo, la familia decidió trasladar la industria a la localidad de Cabure-í, cercana a Comandante Andresito, en busca de una mayor disponibilidad de materia prima. Finalmente, en la década de 1970, establecieron su planta industrial en Eldorado, desde donde operan en la actualidad.
Hoy, la empresa es liderada por la tercera generación, representada por los primos Lucio, Eduardo y Román Queiroz. Durante los últimos 20 años, ellos han estado a cargo de la dirección de la empresa, trabajando arduamente para mantener los altos estándares de calidad que los distinguen. El producto estrella de Coama Sud América es la madera contrachapada, cuyo principal mercado es el de la construcción. Además de este sector, también atienden otras áreas, como las carroceras de camiones, construcción de viviendas de madera y obras públicas de gran relevancia.
Coama Sud América: un jugador de peso en el mercado argentino, con reconocimiento desde el exterior
Uno de los logros más destacados de Coama Sudamericana ha sido su participación en proyectos de envergadura para el Estado Nacional, como la construcción de la represa Atucha y el gasoducto Néstor Kirchner. Asimismo, han provisto su producto a clubes de fútbol emblemáticos como River Plate y Boca Juniors para la realización de diversas obras en sus instalaciones. Esta participación en proyectos de alta importancia ha reafirmado la calidad y confiabilidad del producto de la empresa en el mercado nacional.
Coama Sud América se ha destacado en el mercado sudamericano por enfocarse en un nicho de alta calidad y excelencia en su producción. A pesar de ser solo seis empresas en todo el país que producen madera contrachapada, Coama Sud América ha sabido sobresalir y diferenciarse por su constante búsqueda de la excelencia. Incluso, su enfoque en la calidad ha llevado a la empresa a buscar asesoría técnica en Chile, uno de los grandes productores de este producto en Sudamérica, y sorprendentemente, el asesor chileno indicó que Coama es una empresa referente en la región y que serían ellos quienes deberían aprender de los procesos de alta gama de la compañía argentina.
La profesionalización de su staff
La empresa no ha temido invertir en recursos humanos altamente capacitados, incorporando ingenieros y profesionales que han aportado un valor significativo a la mejora de los procesos productivos. A pesar de los desafíos que supuso este cambio estructural, tanto la dirección como el personal de Coama Sud América han abrazado el desafío con entusiasmo y han cosechado resultados satisfactorios.
A lo largo de su historia, Coama Sud América también ha enfrentado desafíos económicos y crisis en el país, como la del año 2001. Sin embargo, el compromiso y sentido de pertenencia de los empleados hacia la empresa han sido fundamentales para superar las dificultades y mantenerse firme en el mercado. La empresa ha sabido adaptarse a los cambios económicos y políticos, demostrando una vez más su fortaleza y dedicación a la industria nacional.
Desafíos y perspectivas
En la actualidad, la empresa se encuentra ante un panorama desafiante debido a la contracción del mercado interno y externo. Aunque el sector experimentó un auge durante la pandemia, la situación se ha vuelto más compleja recientemente. No obstante, los directivos de Coama Sud América se mantienen optimistas y buscan seguir mejorando y creciendo, confiando en que la industria maderera argentina es clave para el desarrollo del país.
Conocé el proceso productivo de la fabricación de tableros compensados de madera
Este proceso se inicia en el patio de rollos, de dónde son tomados por una máquina cargadora que los lleva al sector de opción de rollos, que es una pileta en la que se los somete a vapor durante un periodo de tiempo para luego cocinarlos hasta lograr una temperatura ideal que permita comenzar el proceso de debobinado, que se hace en la máquina de torno Raute, una máquina finlandesa robusta de alta calidad.
Se debobinan los rollos a través de una cuchilla y se van obteniendo las láminas de madera en la diferentes largos y anchos solicitados por el área de Planificación para los cumplimientos de los pedidos. Aquí se procesan rollos de madera 100% implantada con una participación de 70% de pino y un 30% de eucalipto, los cuales son destinados para las caras de los tableros son de madera podadas y lo que es para relleno se utilizan maderas no podadas.
Una vez obtenidas las láminas de madera, son llevadas al secadero, pues parten con una humedad inicial del 60%, dependiendo el rollo y la ubicación geográfica donde se lo extrae. En este proceso de secado, que es una línea continua, las láminas de madera son introducidas en diferentes pisos, para lo cual se cuenta con 3 secaderos, en los cuales se van atravesando las láminas a través de rodillos y se les inyecta calor.
Este calor hace que las láminas vayan perdiendo la humedad hasta finalizar el proceso de secado, que se logra con una humedad final de entre 3% a 6% si la lámina es para relleno, y si es para cara podría llegar hasta 12% de humedad.
Una vez secadas las láminas, son llevadas al sector de encolado, en donde se hace el prearmado de los tableros y se van cruzando las láminas con cola y sin cola, en forma perpendicular, proceso que le da una resistencia estructural por el hecho de que las láminas quedan cruzadas. Dependiendo del espesor solicitado, se van armando las configuraciones.
Una vez prearmados los tableros en el sector de encolado pasan a un sector de prensado en frío y compactado, en el cual se hace una primera compactación.
Y luego de este proceso de preprensado o prensado en frío, son llevados a las prensas de platos calientes, donde se introduce de manera individual cada placa prearmada, para darle la cocción final. Acá se inyecta calor a determinada presión, y para lograr un curado de la cola, un producto estándar de 18 mm lleva entre 12 a 15 minutos de prensado a una temperatura de 135 grados centígrados aproximadamente y con una presión entre 12 y 13 kg kilogramos por centímetro cuadrado.
Las placas ya curadas, prensadas, son llevadas al área de terminación, cuyo sector inicial hace el macillado para tapar los defectos que puedan adquirir durante el proceso o defectos que son propias de la madera, como nudos o rajaduras.
Luego pasar al sector de canteado y lijado, donde se les da las medidas finales de ancho y largo, y la terminación de las caras de los tableros con el lijado. Una vez hecho esto, se pasa al sector de embalaje final, para luego llegar a la zona de bodega de despacho, donde el proceso llega a su fin.
Coama Sud América es un ejemplo destacado de la empresa familiar misionera, que ha alcanzado un alto nivel de calidad en su producción de madera contrachapada y ha dejado una marca positiva en la industria argentina.
Su enfoque en la mejora continua y la excelencia ha sido clave para sobresalir en el mercado internacional. A pesar de los desafíos económicos, la empresa ha demostrado una resiliencia admirable y su compromiso con la industria nacional es innegable.
Coama Sud América es un símbolo del potencial y la calidad que las empresas argentinas pueden alcanzar y representa el espíritu emprendedor y trabajador que impulsa al país hacia un futuro próspero.
