Salud mental y prevención en el uso de las redes sociales : conocé de qué se trata el FOMO y quienes pueden padecerla

Especialistas comparten 5 tips para evitar el FOMO, un concepto vinculado "al miedo a perderse algo". Qué es´y porqué es importante evitarlo en niños y jóvenes según un coach certificado de ICF.

Revisar las diversas redes sociales, deslizar el dedo en la pantalla del celular para actualizar inicios una y otra vez con el fin de ver los últimos acontecimientos, ver como nuestras comunidades de redes viven eventos y tendencias y queremos compulsivamente pertenecer son algunos de los «síntomas» que pueden llevar a identificar que padeces FOMO.

 

La tecnología es sumamente útil y va de la mano con el progreso del ser humano. Nos brinda una mejor calidad de vida en muchos sentidos, facilita las comunicaciones y el aprendizaje.

 

Sin embargo, cuando no es bien utilizada, se presentan escenarios que pueden vulnerabilizar la integridad psicológica o física de las personas. Es esencial reconocer estos aspectos para poder prevenirlos y gestionarlos de la mejor forma.

 

En el último tiempo, el concepto de FOMO, por sus siglas anglosajonas Fear Of Missing Out o miedo a perderse algo, comenzó a ser muy utilizado para describir esta sensación de malestar al no poder ser parte de distintas situaciones sociales.

 

El término se conoció masivamente en estos últimos años, aunque en realidad, nació a fines de los años 90 y hacía referencia a perderse “planes”.

 

Hoy en día, el FOMO se adaptó al nuevo escenario de las redes sociales y diversas tecnologías de la información, haciendo que ese malestar se vea intensificado por la cantidad de estímulos que ofrecen estos nuevos canales ya que allí podemos ver todo el tiempo y a toda hora qué está haciendo el otro, sin importar dónde se encuentre.

Alguien que siente FOMO necesita saber en todo momento qué hacen las personas a las que sigue en redes sociales para entender qué sucede minuto a minuto y evitar la sensación de “perderse cosas importantes”.

También, cree que si no responde mensajes o comentarios inmediatamente quedará fuera de la conversación, situación que suele darse en, por ejemplo, grupos de WhatsApp.

 

En la dinámica de scrollear en las distintas plataformas pueden observar cómo otros están disfrutando algo que ellos, por alguna razón, no pueden, por ejemplo: viajes, reuniones sociales, relaciones interpersonales, eventos o tendencias y el no poder ser parte de estos contextos genera obsesión por estar cada vez más informados de las actividades del entorno.

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Tomar medidas de prevención para niños, niñas y adolescentes

Considerando este “nuevo miedo” que aparece en la era de la información y sabiendo que los niños y adolescentes se encuentran en una etapa de crecimiento en donde son totalmente permeables a todas las cosas que pasan a su alrededor, es muy importante tomar medidas para evitar que sientan FOMO, sobre todo, entendiendo que están expuestos a las redes sociales y nuevas tecnologías cada vez a más temprana edad.

 

En este contexto, Pablo Echandia Vanderghem, coach especialista en entrenamiento de habilidades blandas y miembro de la Federación Internacional de Coaching (ICF), ofrece 5 consejos para que los padres tengan en cuenta con el fin de prevenir el FOMO en sus hijos:

 

     1) Informar a nuestros hijos sobre los riesgos de internet y las redes sociales

No debemos asumir que al ser nativos digitales conocen los riesgos que implica estar presente en redes sociales e internet. Por ejemplo: contenidos inadecuados, noticias falsas o confusas, gasto de dinero, entre otras. Es sumamente importante brindarles información objetiva para incrementar su capacidad de autocuidado, elevando la posibilidad que perciban situaciones riesgosas y den aviso.

 

   2) Elegir un momento propicio para hablar

Es altamente recomendable no esperar a que algo malo suceda, sino hablar en un momento de calma en donde nos expresemos con objetividad.

Los cambios de hábitos empiezan con la realización de acciones pequeñas pero poderosas, que requerirán cierto sacrificio y valentía desde el rol de padres/madres para ejecutarlas, y que generarán escenarios de diálogo, en este caso, sobre el buen uso de la tecnología.

 

     3) Establecer límites y reglas 

Se sugiere establecer horarios, tiempos e indicar el contexto en el que se puedan utilizar los dispositivos. Por ejemplo, se puede establecer el “no uso” de los celulares en los momentos en que la familia se reúne para desayunar, almorzar o cenar o antes de irse a la cama. Establecer límites firmes y acertados pero a la vez equilibrados y respetuosos.

 

   4) Generar nuevas experiencias

No se trata de prohibir el uso de la tecnología, ya que deben estar preparados para desenvolverse en un entorno altamente tecnológico, sino de regular y fomentar el buen uso de esta.

Una forma de generar nuevas experiencias es buscar actividades que resulten poco compatibles con el uso del celular. La necesidad de buscar opciones creativas les permitirá a los jóvenes disfrutar de momentos diferentes y divertidos, por más que sean breves.

 

   5) De ser necesario, modificar nuestra propia conducta 

Es importante reconocer nuestros propios hábitos y verificar si estamos actuando como el mensaje que queremos transmitir. Se trata de “dar el ejemplo”: si buscamos limitar el uso de la tecnología en nuestros hijos pero como padres estamos constantemente conectados, puede causar una confusión en ellos.

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