El joven que denunció haber sido víctima del robo completo de su casa en San Vicente -incluido los muebles y electrodomésticos- mientras se encontraba con su familia trabajando en Buenos Aires, recuperó todas sus pertenencias, pero recibió una denuncia por estafa de la persona que se llevó su vivienda, porque asegura haberle comprado de buena fe, antes de su viaje a la metrópoli.
El capítulo de esta historia comienza en febrero de este año, el denunciante 1, Alexis De Matos (18 años), junto a su esposa, Teresa Parodi, también de 18 años y su hijo; Luciano de siete meses, decidieron trasladarse a la Provincia de Buenos Aires en busca de trabajo y un mejor porvenir.
Fue entonces que en marzo, se dispara el coronavirus en el país y comienza la cuarentena en todo el país por la pandemia y Alexis vuelve a quedar sin trabajo, por lo que la semana pasada deciden regresar al barrio San Miguel de San Vicente.
Fue grande la sorpresa del joven matrimonio el viernes pasado, que cuando arribaron al lugar de su morada, quedaba sólo el terreno vació; no estaba la casa de madera, ni los muebles, ni los electrodomésticos.
Inmediatamente, Alexis De Matos hace una denuncia pública, a través de FM Libertad de Misiones Online y presenta el sábado pasado otra denuncia por hurto en sede policial en la Seccional Segunda de Policía.
En realidad, el denunciante 1 primero dijo que le robaron los muebles y electrodomésticos y no mencionó que no le faltaba la casa, luego admitió que “fue un error” y amplió la denuncia en la comisaría.
La Policía comienza a hacer las averiguaciones del caso, entrevistó a los vecinos y es cuando una mujer manifiesta que había visto que se llevaron la casa hace dos semanas atrás con un camión de fletes; la misma ignoró situación por la razón de que meses antes, dicha vivienda se encontraba en venta.
Es así, que luego de tareas investigativas, los uniformados ubicaron a Julio Machado Sosa (22 años) –fletero- y Juan Trindades de 18 años, las personas que se llevaron la casa de De Matos.
Ambos declararon que citado “Trindades habría comprado la casa del denunciante 1, con quien mantendrían una relación de amistad, en el mes de febrero por la suma de $15.000, de los cuales habría abonado suma de $10.000, razón de que Mattos necesitaba dinero para viajar a Buenos Aires donde se iría en busca de un destino mejor”. La transacción se habría hecho de palabra, sin papeles.
La supuesta venta del inmueble fue negada por denunciante 1, razón por la cual Trindades (en adelante denunciante 2) realiza por su lado una denuncia por «estafa» en contra de De Mattos.
Ambos –denunciante 1 y denunciante 2- fueron demorados el domingo a la noche y hasta el lunes a la mañana, por averiguación de antecedentes.
Intervino el Juzgado de Instrucción de San Vicente, quien por medio de secretario en turno ordenó libertad de los dos jóvenes y se dispuso la elevación de ambas causas para prosecución de dicha magistratura. Además, Trinidades hizo entrega de los elementos de manera voluntaria al denunciante 1 para evitar mayores inconvenientes.
La propia Policía colaboró con el traslado de la casa y las pertenencias de la familia De Mattos, hasta el barrio San Miguel, donde estaba siendo re-edificada. Hasta aquí podría decirse que es un final feliz, pero no lo es: hay dos causas judiciales en marcha que todavía no se sabe cómo va a terminar.
JAS
Coronavirus: estaban varados en Buenos Aires, volvieron a Misiones y descubrieron que le desarmaron y robaron la casa completa
