El padre de la mujer asesinada por su mejor amigo: «Hace un año murió mi hijo y ahora matan a mi hija»

Carmen Alejandra Luján (30) estaba lista para viajar a Cuba junto a su madre. Pero su mejor amigo, Sebastián Fernández, quien estaba obsesionado con ella, la mató de dos balazos, se estima, porque no quiso tener sexo con él. Sucedió en Caseros, Buenos Aires.
El padre de la víctima contó los hechos, habló de Sebastián Fernández y fundamentó sus sospechas, los sólidos motivos por los que apunta a él como el asesino.
Sin embargo, el desconsuelo fue total cuando le consultaron si el hecho de que se hiciera justicia podría llegar a sanar algo del dolor provocado por la muerte de Carmen.
Fue entonces que el hombre, con la voz quebrada, confesó: «Mirá, yo estoy luchando hace un año y un mes con la línea 130, que mató a mi hijo cuando venía de trabajar en la moto… Al año se me junta que me matan a mi hija, se imagina como estoy yo. Estamos destruidos».

El amigo dio la versión del suicidio pero terminó confesando el crimen

La familia de Carmen Alejandra Luján se inquietó porque la mujer de 30 años no atendía el teléfono. Para ver si estaba bien fueron hasta su departamento y la encontraron muerta con orificios de bala en ambos parietales. Descartaron el robo de inmediato porque no faltaban objetos de valor y todo estaba ordenado. Sus sospechas apuntaron a un amigo de la víctima que tenía llave del domicilio.

La familia de Carmen señaló sin rodeos a Sergio Elvio Fernández como homicida de la joven. Según indicaron a la Policía y luego a los medios, el hombre «estaba obsesionado con ella» y había visitado esa mañana el lugar del crimen.

Néstor, el padre de Carmen, contó a los medios que su hija y el acusado, apodado Teco, se habían conocido hacía seis años en el trabajo y, después de que lo despidieran, la relación siguió. «Él estaba obsesionado pero mi hija nunca le llevó el apunte», indicó y denunció que Fernández le robó el dinero que la chica tenía preparados para viajar.

Fernández se presentó luego ante personal policial en el barrio porteño de Parque Patricio. Al principio intentó instalar la versión del suicidio y señaló a la víctima como su novia. Luego confesó el crimen. En su poder tenía un revólver calibre 32. Quedó de inmediato imputado por el femicidio.

Los investigares corroboraron que contaba con 6 cartuchos en el tambor y que dos de ellos habían sido percutados. Este dato coincide con las heridas de bala presentaba Carmen.

Un viaje que no pudo emprender

Carmen Alejandra Luján era empleada del ferrocarril San Martín. Su plan inmediato era salir de viaje hacia Cuba este lunes. De hecho sus valijas quedaron hechas como todo un símbolo de una vida arrebatada.

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