El policía que arrolló y mató a una mujer y luego huyó dijo que se quedó dormido

Gerardo Pereyra, agente de la Federal, está detenido desde ayer. En su declaración ante la Fiscalía aseguró que creyó que «había atropellado a una moto».

Gerardo Pereyra, el policía acusado de atropellar a una pareja, matar a la mujer del matrimonio y huir por la colectora de la autopista Buenos Aires-La Plata a la altura de Hudson, declaró que al momento del accidente se quedó dormido al volante. Lo dijo en la UFI de Berazategui frente a la fiscal Karina Santolin, a quien también le refirió que cuando se dio cuenta de lo sucedido entró en pánico y no supo qué hacer.

«Lo que manifiesta es que no se percató que había atropellado a dos personas, pensó que era un motovehículo y no se dio cuenta. Después habló con su jefe de la Policía Federal, quien le dijo que lo mejor que podía hacer era ajustarse a derecho», comentó la fiscal luego de escuchar a Pereyra, quien se entregó en la Comisaría 4° de Berazategui, luego de ser retenido por sus compañeros de la División de Delitos Ambientales de la Federa

Pereyra está acusado de «homicidio culposo agravado por la conducción de vehículo automotor, por fuga del imputado, por no asistir a las víctimas y por excesiva velocidad en concurso ideal por lesiones culposas», ya que el cónyuge de Ana Rivaredo, la víctima fatal, también sufrió lesiones.

Por estas horas, el oficial permanece detenido hasta que resuelva el juez de Garantías al que se le asigne al caso. «El peligro de fuga está dado desde el punto cero. Yo me baso en lo que dice la ley, aunque este es un caso particular porque generalmente la gente no se da a la fuga sino que se detiene a asistir. Porque un accidente de tránsito cualquiera puede tenerlo, el tema es cómo actuamos una vez ocurrido. Para mí es un hecho aberrante, máxime siendo policía», expresó Santolin.

Estos delitos prevén una pena de entre tres y seis años de prisión, mayormente de cumplimiento no efectivo, aunque en el caso de Pereyra su condición de agente de una fuerza pública podría jugarle en contra. «Que sea policía no agrava el hecho en sí, donde se puede llegar a tener en cuenta el día de mañana si esto llegara a juicio y es condenado, es en la graduación de la pena», detalló la fiscal.

Al hombre de 25 años no se le pudieron realizar pruebas de alcoholemia, ya que no se tuvo rastros de él hasta el día siguiente del siniestro: pasadas las 36 horas, esos exámenes pierden validez probatoria. No obstante, al momento de la detención, se negó a que le extrajeran sangre.

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