Con la idea de evitar pasar por las aguas peligrosas de la costa de Noruega, el estudio Snøhetta diseñó un túnel para barcos ubicado bajo la montaña, que conectará dos fiordos en la península de Stad.
El estudio Snøhetta diseñó un túnel para barcos ubicado bajo la montaña, que conectará dos fiordos en la península de Stad, en Noruega.
Stad Ship Tunnel medirá 1,7 kilómetros de largo, 36 metros de ancho y 49 metros de alto y medidas que permitirán que pasen cruceros, veleros y barcos a vapor. El tráfico será unidireccional, pero incluso con un período de espera para las embarcaciones, el túnel reduciría significativamente el tiempo y las dificultades de la actual ruta en torno a la península. Se calcula que entre 70 y 120 embarcaciones podrían cruzar el túnel diariamente.
Los dos accesos del túnel se realizarán usando la paleta de materiales de la península, con paredes de piedra arenada y cortada al hilo en sus arcos. En el lado de Moldefjorden, el diseño utilizará el escarpado paisaje a su favor para crear un acceso dramático. Mientras que el un acceso Kjødepollen será aterrazado y cercano a un pequeño pueblo de la zona. «En un paisaje tan delicado, el túnel tiene que ser algo más que una intervención en la naturaleza. Hemos puesto mucho esfuerzo en hacerlo estéticamente atractivo», asegura Terje Andreassen, gerente de proyectos del estudio Snøhetta. Además, un puente permitirá a los turistas ver pasar los barcos, lo cual también sumará un atractivo para ellos.
La idea de construir un túnel para barcos a través de la península de Stad ha sido discutida desde la década de 1870 (desde esta fecha datan los primeros planos). Los historiadores han descubierto que los vikingos preferían «arrastrar» sus naves por el tramo de 1,7 kilómetros de tierra a tener que navegar a través de los peligrosos mares.
Actualmente, el proyecto se encuentra en su etapa de evaluación de factibilidad, aunque la Administración Costera de Noruega (Kystverket) ya difundió las imágenes. El costo inicial alcanza los 2.300 millones de coronas noruegas, es decir, alrededor de US$ 270 millones de dólares. Kystverket espera recibir a la brevedad una decisión política. Si se aprueba el proyecto, la construcción comenzará en 2019.
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