Todo comenzó cuando personal del Escuadrón 47 “Ituzaingó” de GNA apostado sobre Ruta 12 detuvo la marcha de un Renault Sandero conducido por un hombre mayor de edad.
Al momento de requerir los documentos del rodado, el hombre decidió acelerar y escapar por la mencionada ruta sentido hacia la localidad de Itá Ibaté.
Rápidamente se comunicó lo ocurrido a otros puestos camineros de la Fuerza Nacional y se montó un operativo cerrojo para detenerlo.
A la altura de la intersección de las rutas 12 y 118, el automovilista dio un giro en “U”, al ver la presencia de uniformados.
Retomó el sentido contrario, sin darse cuenta de que también estaba bloqueado el camino por efectivos de Gendarmería.
En el km 1.215, el narco abandonó el rodado al costado de la ruta e ingresó a una estancia. El lugar estaba sin luz y con muchas malezas.
Los uniformados lo siguieron minuciosamente y observaron el momento que se zambulló en un bañado de poca profundidad.
Luego de las tareas respectivas para localizarlo, finalmente quedó demorado. Por otra parte, otro grupo de efectivos de GNA quedó apostado al costado del vehículo abandonado y constató a simple vista, a través de las ventanillas, la existencia de gran cantidad de paquetes en bolsas negras.
El hombre, conductor del rodado, había arrojado las llaves del vehículo, por lo que para proceder a abrir las puertas se debió utilizar una grúa de la ciudad de Ituzaingó, para su posterior traslado. Finalmente, el vehículo fue llevado hasta el Escuadrón 47.
Ante testigos se logró inspeccionar los objetos que transportaba el narco.
Se contabilizó un total de 279 paquetes rectangulares cerrados con cinta de embalar. Tras el test correspondiente resultó ser marihuana.
Se procedió luego al pesaje de los estupefacientes que arrojó 260 kilos con 40 gramos de Cannabis sativa.
Luego de inspeccionar las pertenencias del hombre, los efectivos constataron que tanto la documentación personal como la del vehículo estaban falsificadas.
Tomó intervención el Juzgado Federal Nº2 a cargo de Juan Carlos Vallejos.
La autoridad judicial dispuso el secuestro del automóvil y del estupefaciente, además de otros elementos incautados del interior del rodado, como dos teléfonos celulares y un arma, que fueron incluidos en la causa.
Por su parte el conductor de quien no trascendió su identidad, solo que es argentino y mayor de edad, quedó detenido en calidad de incomunicado y a disposición de la Justicia.
En la dependencia continuaron con las diligencias del caso.
Fuente: diario Época