Se trata de un estudiante de medicina de la UBA. El fiscal lo acusó del delito de facilitación de estupefacientes.
Augusto Samouillan es un estudiante de medicina de 22 años que podría pasar 15 años en prisión por haber convidado a sus compañeros una torta de marihuana sin avisarles. El fiscal federal Federico Delgado, a cargo de la investigación luego de una denuncia, pretende que el joven vaya a juicio por «el delito de facilitación de estupefacientes, doblemente agravado por haber sido cometido en un lugar público y de forma subrepticia».
El delito de facilitación de drogas (el mismo por el que fueron procesados los organizadores de Time Warp) prevé un castigo de cuatro a 15 años de prisión, pero en este caso -al ser agravado- el monto de la pena podría elevarse.
El acusado estudia Medicina en la UBA y, según el expediente el 27 de mayo de 2015, fue el encargado de llevar un desayuno para sus compañeros de la clase de Anatomía: les convidó una torta de chocolate tipo brownie que había preparado, sin avisarles que tenía como ingrediente especial marihuana.
Los estudiantes que la probaron, «confiando que había sido elaborada con los ingredientes habituales», se descompusieron sin saber por qué, hubo que llamar al SAME e incluso dos mujeres tuvieron que ser trasladadas al Hospital Fernández con un cuadro de intoxicación por estupefacientes, precisó el dictamen reseñado por la agencia DyN.
Los policías, que intervinieron de oficio, encontraron en la mochila del cocinero un recipiente de plástico con «una bolsa con flores de marihuana (con un peso aproximado de 3,47 gramos), una porción y media de torta casera que emanaba olor a esa sustancia y papeles para armar cigarrillos, entre otros elementos».
Al valorar los dichos de los testigos, Delgado hizo hincapié en el aporte de las dos mujeres que tuvieron que ser internadas: según María Sol Romani, la mayoría de sus compañeros aceptó, como ella, la torta-brownie sin saber qué contenía y reveló que le llamó la atención que Augusto, en cambio, comió huevo con atún.
Además, declaró que luego de comer la torta comenzó a reírse en medio de la clase y a sufrir arritmia cardíaca, mientras que el malestar le duró una semana porque lloraba sin saber por qué.
Yamila Maite Schulteis, la otra chica internada, explicó ante el fiscal que ella comió dos porciones de la torta, y que a la media hora «empezó a sentirse mareada y no comprendía el tema que se trataba en clase» y que otros alumnos también manifestaron sentirse mal.
También detalló que cuando tuvo que salir acompañada para tomar aire afuera «Samouillan comenzó a reírse, como burlándose de lo que ocurría».
Agregó también que otro alumno que no comió el brownie «le preguntó a Augusto si le había puesto algo a la torta, y el joven le respondió que no», añadió otro testigo.
En su indagatoria, Samouillan «manifestó, a grandes rasgos, que sus compañeros sabían que la torta que llevó tenía marihuana, ya que eso había sido conversado una semana antes con ellos en un grupo de Whatsapp» y se defendió diciendo que «la torta no tenía apariencia de ser normal ya que emanaba un olor fuerte a esa sustancia».
También contó que «incluso dos de sus compañeros lo miraron y se sonrieron, como dándole a entender que sabían lo que contenía», tras lo cual remarcó que «no tuvo intención de provocar lo que finalmente ocurrió, ni tampoco ocultarles a sus compañeros los verdaderos ingredientes de la torta».
«Reconoció haberse reído en el momento en que sus compañeras comenzaron a sentirse mal, pero atribuyó ello al nerviosismo del momento. Finalmente, afirmó que es adicto a la marihuana, por lo que estaba concurriendo a un psicólogo», señala la declaración.
El fiscal Delgado le pidió al juez Marcelo Martínez De Giorgi que mande a juicio oral a Samouillan por «facilitación de estupefacientes, doblemente agravado» por ocurrir en «un lugar público, más precisamente, dentro de un establecimiento educativo» y porque se buscaba «ex profeso» una «mayor posibilidad de difusión de la droga».
