Desde organismos oficiales aseguran que la atención a cada herido, desde que es trasladado en ambulancia al Servicio de Emergencias hasta que alcanza su etapa de rehabilitación cuesta alrededor de 20 mil pesos. En 2004 hubieron 610 pacientes con politraumatismos moderados o graves en el hospital Madariaga de Posadas. Significa reducir el presupuesto en la cobertura de otras patologías y programas. De un tiempo a esta parte en Misiones los accidentes de tránsito se convirtieron no sólo en la principal causa de muerte violenta, sino también, cuando menos, el tratamiento posterior de los lesionados representa uno de los mayores gastos para el Estado.
Desde los organismos oficiales alegan que la asistencia médica a los heridos deviene en una suma millonaria que deben afrontar, lo que muchas veces significa reducir el presupuesto en la cobertura de otras patologías, programas preventivos o bien en la provisión de medicamentos.
Si bien el distrito misionero encabeza un ranking negro, la situación se repite a lo largo del país, dado que los 120.000 heridos anuales de distinto grado, generan cuantiosas pérdidas materiales, que se estiman en unos 30.000 millones de pesos por año.
El año pasado 610 pacientes con politraumatismos moderados o graves consecuencia de accidentes viales, fueron asistidos en el hospital «Dr. Ramón Madariaga» de Posadas, que por ser el centro provincial de mayor complejidad convergen los pacientes del interior, de otras provincias y de la vecina orilla.
Cada lesionado, desde que es trasladado en ambulancia al Servicio de Emergencias hasta que alcanza su etapa de rehabilitación cuesta alrededor de 20 mil pesos según estimó Carlos Albornoz, jefe del sector y director del nosocomio posadeño.
«El movimiento que genera un paciente lesionado es muy alto, desde el momento que hay que trasladarlo en la ambulancia de alto riesgo a través del sistema prehospitalario hasta la atención en el hospital».
Teniendo en cuenta ese dato podría decirse que en 2004 hubo un gasto de 12.200.000 pesos sólo en asistir a los 610 heridos graves. La importante cifra -adujo el médico- va en detrimento de posibles inversiones en el sistema de salud público.
Explicó paso a paso en que consiste la asistencia al paciente grave, así una vez que llega a Emergencias se le practican múltiples estudios, que están dividos en primarios y secundarios; los primeros se refieren a análisis de laboratorio, radiografía, ecografía, electrocardiograma, e interconsultas varias, mientras que los estudios secundarios se realizan a pacientes más desestabilizados que requieren una tomografía computada.
Ya en una tercera fase de la asistencia médica se avanza en el tratamiento definitivo, que implica en algunos casos intervenciones quirúrgicas muy complejas. «Pueden ser en esta etapa neurocirugías, cirugías reconstructivas o faciales, de cuello, de abdomen. Luego de esto vienen los días de internación y alta del paciente. Por último la etapa de rehabilitación es donde generalmente puede llevar un tiempo o varios meses en el servicio de kinesiología», dijo Albornoz.
El sector de Terapia Intensiva del Madariaga cuenta con ocho camas mientras que Emergencias tiene diez de pre-internación y cinco que incorporan en los sectores de pasillos. «Generalmente la preinternación está llena, entonces tenemos un sector aislado que lo implementamos cuando la demanda nos ha superado», reconoció.
Según el cirujano, si el paciente evoluciona favorablemente le costará sólo 20 mil pesos su asistencia, en tanto existe la posibilidad de las infecciones que además de causar un gasto mayor, retrasan y obstaculizan la recuperación del enfermo.
«Si hablamos de infecciones, hablamos de mucho más gastos, una dosis de un antibiótico está alrededor de los 200 pesos y debe ingerirla cada ocho horas, entonces solamente en medicamentos un paciente de ese tipo consumió 600 pesos por día en antibióticos, teniendo en cuenta que se hacen una cantidad de días determinados», refirió.
Tiempo atrás y desconociendo las estimaciones de Albornoz, el ministro de Salud Pública, José Guccione, redobló el número invertido en pacientes lesionados de alta gravedad manifestando que el Estado gasta en ellos entre 30 y 50 mil pesos. Y en este sentido, señaló un elemento no contemplado por el director del hospital Madariaga: qué pasaría si hubiera que trasladarlo a un establecimiento de mayor complejidad a Buenos Aires.
Sucede que la Provincia no cuenta con avión sanitario y en el supuesto caso de una eventualidad, se debería alquilar dicho avión para trasladar al herido politraumatizado. El titular de la cartera indicó que esto cuesta unos quince mil pesos, monto que debe agregársele a los gastos de cirugía e internación ya mencionados.
Justamente los altos costos que demanda la asistencia a pacientes politraumatizados fue lo que llevó al cierre de los servicios de terapia intensiva en las clínicas privadas en Encarnación, Paraguay.
Las clínicas privadas fundamentan los cierres de sus unidades de terapia en los altos costos que demanda mantenerlos y, en que durante los últimos tiempos se llenaron de pacientes de escasos recursos que ingresaron a través de órdenes judiciales, lo cual significa para los centros asistenciales solventar todos los gastos. Por ende, absorber pérdidas económicas muy importantes.
Desde que el Instituto de Previsión Social decidió llevar los equipos de terapia intensiva de la regional, lo hicieron también la mayoría de las clínicas privadas y sólo quedaron algunas donde apenas dos o tres personas pueden acceder por la limitada cantidad de camas. La última opción es trasladarse a Posadas o Asunción.
Según asociaciones civiles dedicadas a la concientización del cumplimiento de las normativas viales vigentes, una vez más Misiones encabeza un ranking negro. «Luchemos por la Vida», ubica a Misiones en el sexto lugar entre las provincias con más fallecidos en accidentes de tránsito. Indicó que el año pasado hubo aquí 239 muertos.
Del mismo modo, por un término de siete años consecutivos (desde 1996), el distrito misionero lidera en la región del NEA el número de víctimas fatales.
Las estadísticas oficiles señalan que en 2004 hubo 5.710 siniestros simples, 707 con lesionados graves y 132 siniestros que desencaderon en fatalidad.
Mientras que en 2003, se registró un promedio de 450 accidentes viales que causaron víctimas fatales. Le sigue Corrientes con 171 muertes, Chaco con 187 y Formosa con 102. Esta última jurisdicción se ha mantenido estable en cuanto a la mortalidad por accidentes. Si bien en 2004 el promedio de accidentes tiende a disminuir, la situación no deja de ser preocupante.
En ese contexto, Argentina ostenta uno de los índices más altos de mortalidad producida por accidentes de tránsito. Unas 20 personas mueren por día, cerca de 7.000 muertos por año, y más de 120.000 heridos anuales de distinto grado, que genera además cuantiosas pérdidas materiales, que se estiman en unos 30.000 millones de pesos anuales.
Esta cifra es significativamente elevada si se la compara con los índices de otros países, en relación a su población y número de vehículos circulantes (En Argentina unos 6,7 millones de vehículos).
Otra asociación que sacó a la luz sus números fue el Instituto de Seguridad y Educación Vial. «El computo provisorio del Banco de Datos de Siniestralidad Vial Grave del ISEV denuncia que durante el transcurso del año 2004 murieron en el territorio argentino 10.829 personas en accidentes viales, a un promedio de 30 muertes por día», informó el 7 de enero último.
«Comparado al 2003, Argentina en materia de esta verdadera ‘Enfermedad Social’ ha incrementado en un 19% la cantidad de siniestros viales graves (en el 2003 se verificaron 9.905) y en un 12 % sus consecuencias más funestas: la mortalidad (en el 2003 se registraron 9.556 víctimas fatales)», considera el ISEV.
«Depende del politraumatismo y de la causa». Con esta frase, Graciela Peta, Jefa de Comercializción de la prepaga Consalud advirtió que la cobertura de las lesiones consecuencia de los accidentes de tránsito le corresponde al seguro del automovilista.
Igualmente aclaró que en caso de que un afiliado necesite recibir las primeras atenciones los gastos correrán por parte de la empresa de medicina privada, no así el tratamiento total. Señaló que de todos modos, hay que traer una denuncia policial para acceder a este beneficio.
En ese marco, dijo que si una persona resulta herida camino al trabajo o bien en horario laboral, su asistencia le corresponde al seguro de Riesgo Laboral. Ahora bien, «si son accidentes domésticos le corresponde a la obra social», recalcó.
«Los dramas de la Argentina»
