Caraguatay: cuna de un pedazo de historia

Más que un paseo turístico, el Parque Provincial «Ernesto Che Guevara» es un hito de memoria. Hoy, el lugar será escenario de un homenaje al argentino convertido en el máximo héroe de Cuba, con la presencia de un delegado diplomático de la isla.

El Parque Provincial Che Guevara tiene unas 18 hectáreas, en un atractivo histórico y natural.

El Parque Provincial Che Guevara tiene unas 18 hectáreas, en un atractivo histórico y natural.

La vida del Che Guevara comienza siempre en enero de 1952, en aquel primer viaje en moto que hizo con su amigo, el bioquímico Alberto Granado, la primera gran aventura que lo marcaría a fuego, y que lo llevó a través de medio continente. Que haya vivido sus primeros tres años en Caraguatay, un pueblito ubicado sobre la Ruta Nacional Nº 12, a unos 190 kilómetros al norte de Posadas, es un dato casi inédito. Su infancia es un capítulo prácticamente desconocido. Ni la biografía más rigurosa, como la del periodista norteamericano John Lee Anderson, a quien el general Mario Vargas Salinas le revelara en 1995 el sitio donde estaban sepultados los restos del Che en Bolivia, aporta mayores detalles sobre su niñez. Más allá de lo que cuenta, Ernesto Guevara Lynch, en «Mi hijo el Che», publicado en 1981, es muy poco lo que se sabe sobre los primeros pasos del niño que sería uno de los protagonistas de la historia del siglo XX.negrita/El Solar/negrita De la casa del Che queda muy poco, apenas unas columnas que se sostienen todavía de milagro, y un mar de escombros que se desparraman alrededor. Los restos no alcanza ni para imaginar cómo habrá sido la construcción, en medio de un paisaje tan rico y espeso en vegetación y sonidos, del que tampoco queda mucho hoy en día. El Parque Provincial «Ernesto Che Guevara» se creó mediante la Ley 3490, con el objetivo de preservar la memoria histórica del lugar y el entorno natural, que sobrevive y que todavía guarda mucho de la imponencia perdida, en esa majestuosa convivencia con un brazo del Paraná que se pierde torrentoso y selvático, acariciando la costa de límpidas arenas que invitan a tomar sol o a refrescarse. La dimensión del «Solar del Che», el lugar donde estaba emplazada la vivienda original de los Guevara, que hoy está señalizado con constantes referencias a la vida y el ambiente que encontraron sus moradores en aquellos años y en el que el niño Ernestito dio sus primeros pasos, es de aproximadamente dos hectáreas y está integrado al Parque, que en total suma 18 hectáreas. El paseo se hace caminando por un sendero de características muy especiales y de baja dificultad, con una extensión aproximada de 500 metros. El recorrido contempla seis paradas de «interpretación», de cinco minutos promedio, donde el guía ilustra a los visitantes sobre la historia y las características del lugar. A lo largo del sendero se descubren verdaderos templos ecológicos naturales como el Arroyo Salamanca o el descanso Los Gigantes, en los que la naturaleza invita a la reflexión. En esa espesa selva precipitándose hacia el río, y que guardaba entre sus misterios rumores de machete, indios, y el ahogado grito de los mensúes llevados hacia allí a fuerza de caña y mujeres, vivió su primera infancia el Che Guevara. Fue el comienzo de un viaje circular hacia el encuentro con un destino que lo elevaría a la categoría de mito, en otra selva menos frugal y más silenciosa.

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