El día después del Superclásico: cómo repercutió el empate 1-1 en Boca y en River

El Superclásico del fútbol argentino quedó, una vez más, a mano. El Millonario comenzó liderando en el marcador con el gol de Pablo Solari, mientras que el Xeneize logró la igualdad a través de Cristian Medina.

Boca empató 1-1 con River en el Monumental, con gol de Cristian Medina para igualar el marcador por la séptima fecha de la Copa de la Liga, y después de mucho tiempo dio otra imagen en el Superclásico en condición de visitante, motivo por el que el equipo se fue tranquilo de Núñez de cara al futuro.

El plantel tuvo el lunes libre y el martes regresará a los trabajos en el Boca Predio para preparar lo que será el duelo del domingo ante Belgrano, desde las 19.15 en La Bombonera. Lo cierto es que el Xeneize se marchó de la casa riverplatense con sabor a poco pese a haber logrado el empate, ya que piensan que lo podían haber ganado.

En el club de La Ribera sienten que el remontar el 0-1 fortaleció al grupo, aumentó la confianza en el equipo e hizo crecer el autoestima individual de los jugadores.

Un empate con sabor a poco en Núñez

diferencia de lo que venía sucediendo en líneas generales en los Superclásicos en el Monumental, sobre todo en lo estrictamente futbolístico, en River no quedaron contentos con lo sucedido en la tarde del domingo.

Así lo dejó en claro el propio Martín Demichelis al esbozar un «nos quedó la amargura por no haber podido cerrar lo que buscábamos». Y allí resumió un poco las sensaciones que quedaron internamente.

«Sabor a poco» es otra de las frases con las que definen puertas adentro el 1-1 contra un Boca que, sobre todo en el final del segundo tiempo, se acercó más a la victoria que el dueño de casa.

El día después trajo mea culpa y autocrítica. Creen que faltó liquidar el Superclásico tras el 1-0 y que errores propios le abrieron la puerta a un Xeneize que se mostró más lucido en los últimos 30 minutos, con la consecuencia de haber conseguido sellar tablas en el marcador.

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El plantel aprovechó el lunes para descansar y recuperar a algunos soldados que quedaron tocados, como por ejemplo Solari (solo es una molestia) y Claudio Echeverri, quien salió reemplazado porque «estaba mareado y con cansancio», según aclaró el DT. Ningún caso reviste de gravedad y llegarán en condiciones al próximo compromiso.

¿La otra buena? Miguel Borja. Ayer se sintió bien en esa media hora que ingresó en el Superclásico (tuvo un cabezazo para ganarle y no resolvió con su eficacia habitual) y a partir de mañana se moverá con normalidad en las prácticas para pegar la vuelta al once titular el sábado en Córdoba, ante un Talleres que suele ingeniárselas para complicarle las cosas a River.

Fuente: TyC Sports

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