Juan Mario Kraiesky, líder de la comisión del Festival Provincial del Docente, mencionó que a pesar de inconvenientes climáticos iniciales, las actividades deportivas continuaron normalmente. Más de 1.400 docentes participaron, con una asistencia total de 5.000 personas los 4 días que duró.
Este pasado fin de semana, la localidad de Campo Grande fue el epicentro de una exitosa edición del Festival Provincial del Docente. El evento, que se ha convertido en una tradición de más de 40 años, reunió a más de 1.400 docentes de toda la provincia en una fiesta que combinó deporte, cultura y camaradería.
Juan Mario Kraiesky, presidente de la Comisión del Festival Provincial de los Docentes, compartió sus impresiones sobre el evento: «Fue un festival muy exitoso. Creíamos que en esta edición iba a minimizarse, pero en realidad estuvo un poquito mejor que el año pasado. A pesar de la lluvia que nos complicó al principio, las actividades deportivas se desarrollaron con normalidad y superamos las 5.000 personas en estos cuatro días de festival».
En cuanto a la participación, Kraiesky explicó: «Inscriptos en la participación, más de 1.400 docentes que participaron en las distintas disciplinas deportivas, como fútbol, vóley, Newcomb y pádel. También tuvimos una gran cantidad de docentes que vinieron a disfrutar del espectáculo y los shows artísticos».
Dada la cantidad de participantes, el festival implementó un ingenioso sistema de alojamiento. Kraiesky detalló: «Con tantas personas, el servicio de hospedaje de la zona no era suficiente, por lo que utilizamos instituciones educativas que nos prestaron sus instalaciones y proporcionamos colchones para que los docentes pudieran quedarse todo el fin de semana».
El Festival Provincial del Docente no se limita al ámbito deportivo, ya que ofrece una variada programación cultural. Kraiesky señaló: «El festival incluye una cena show, un baile con elección de reina, almuerzo de premiación y un acto central provincial en la localidad. Es un espacio donde los docentes pueden reunirse, compartir experiencias y disfrutar de la camaradería».
El evento tiene un fuerte componente histórico y de continuidad generacional. Kraiesky comentó: «Este festival nació hace más de 40 años como una reunión entre conocidos y ha evolucionado hasta convertirse en lo que es hoy. Cada año, los grupos docentes se organizan y comparten historias y anécdotas. Es una tradición que emociona y que pasa de generación en generación».
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